El fugaz sueño copero de Pellicer

En la temporada 2020-21, un curso particularmente complicado a nivel institucional a causa de la severa sanción que impuso La Liga al Málaga permitiendo tan sólo 18 fichas profesionales, lo que dio lugar a una plantilla anómalamente corta, el cuadro de Martiricos llegó hasta los dieciseisavos de final, en los que un Granada entonces en Primera División eliminó a los de Sergio Pellicer por 1-2. La pasada campaña, cuando el Málaga caminaba encadenado por los infiernos de la Primera RFEF, el conjunto blanquiazul logró vencer al Eldense (club de Segunda División), dando la campanada copera en la primera ronda. Aguardaba en treintaidosavos un 'coco' de la Primera División, la Real Sociedad, una ronda antes de lo esperado, con el añadido de que se jugaría en La Rosaleda. El tanto en propia de Einar Galilea recién reanudado el juego en el segundo tiempo hizo desvanecer las posibilidades de llegar lejos en la Copa, pero el Málaga abandonó la competición con la gran sensación de haber competido hasta el final (lo que deseaba Pellicer) contra uno de los mejores equipos de España, de los que no acostumbra a 'tirar' la Copa del Rey a las primeras de cambio.

Esta vez, el Málaga arrancaba la Copa del Rey frente al Estepona, con la papeleta de favorito en esta primera ronda. Dos categorías separan a los clubes malagueños, con los esteponeros en los puestos de arriba de su grupo en Segunda Federación. De nuevo Pellicer hacía énfasis en la importancia de avanzar rondas en la competición copera para mantener la competitividad. Baturina logró adelantar al conjunto 'más visitante' de los dos, puesto que el partido se jugó en el Municipal de La Línea, pero el Málaga no se sentía cómodo. Fue en la segunda parte en la que el Estepona encontró clarividencia en los últimos metros e igualó el encuentro, y en la prórroga logró asestar los dos golpes mortales para vencer al cuadro malaguista, que recortó las distancias en los últimos instantes del encuentro.

A pesar de la insistencia de Pellicer en la importancia de la Copa del Rey para el devenir de la temporada y asegurar tratar el derbi como «un partido de liga», su planteamiento indicaba lo contrario: alineó a varios de los menos habituales, en un once completamente distinto al anterior frente al Eibar. Fue en los últimos compases del tiempo reglamentario y en el inicio de la prórroga que dio entrada a los que a priori son sus mejores futbolistas. Pero el destino ya parecía estar escrito, y Pellicer certificaba su primera derrota en la primera ronda de la Copa del Rey.