El Málaga sale reforzado de Ibiza

Haitam ya está sumando, y ahora se confía en que no haya recaídas y en que llegue el turno de Ramón. Mientras tanto, el Malaga salió reforzado de Ibiza. El tercero visitaba al segundo (del grupo 2 de Primera RFEF) con siete bajas (el sancionado Galilea, Juande, Juanpe, Manu Molina, Ramón, Sangalli y Kevin), pero en realidad Víctor García y Moussa, con pocos entrenamientos y sin ritmo, completaban más bien la convocatoria para hacer bulto, y el joven canterano Izan Merino, en el Mundial sub-17 y cumpliendo aún cuatro partidos de sanción, hubiera tenido hueco antes o después ante tantas ausencias en el puesto de medio centro.

Es decir, el Málaga tenía diez ausencias más que siete, y salió sin perder de Ibiza. No lo hace desde su derrota en la primera jornada ante el líder, lo que habla de su solvencia. ¿Se habría visto un duelo tan igualado si el cuadro balear hubiera competido sin una decena de hombres ante un rival con todo? Es otra lectura interesante, por más que el equipo no progrese en la tabla y se vea más lejos que nunca del Castellón.

El excesivo respeto que se tuvieron uno y otro equipo de alguna manera favorecía a un Málaga más que diezmado. Que los minutos transcurierran sin noticias en las áreas no era del todo malo para los visitantes, que incluso tuvieron más sensación de control del partido en los primeros 45 minutos, en los que lo más peligroso fue una falta lateral colgada al área por Gabilondo, con un error inesperado de Sequeira en la atajada, que no pudo aprovechar Dioni, obstaculizado por Escassi.

Los dos equipos calcaban el dibujo, con Genaro y Fausto Tienza (en el Ibiza) como 'pivotes' y dos interiores por delante. En el Málaga comenzó trabajando en la banda derecha en defensa Dioni, aunque se fue alternando en la posición con Roberto, para que Larrubia jugara por dentro, donde parece sentirse más cómodo. Las novedades en el once fueron dos, Juan Hernández, ubicado en la banda izquierda esta vez, y el manchego Murillo, al fin como central, no de lateral, y sin verse demasiado expuesto por un Ibiza en el que Obolskiy se movía muy solo y enseguida estaba encimado por Nelson.

El Ibiza, que no parecía con demasiadas prisas, apenas inquietó en una falta clara de Obolskiy a Alfonso Herrero en su salida por alto, o segundos antes del descanso, en una volea de Álex Gallar que detuvo sin problemas el meta malaguista, pero al menos noticiable por ir dirigida entre los tres palos.

Sin embargo, el ritmo del partido ya fue otro en la reanudación. Se desataron las hostilidades. El Ibiza la tuvo muy clara en las botas de Álex Gallar. La 'Ley del ex' parecía cantada, hasta que apareció la parada salvadora de Alfonso Herrero por bajo, pero no siempre va a ser milagrosa su presencia. A la segunda llegó el gol. Obolskiy hizo un bloqueo más propio de baloncesto a Nelson, que salía a taponar a la frontal del área el tiro colocado del catalán, y puede que el meta estuviese también algo tapado.

Afortunadamente, el Málaga, sin demasiado banquillo (donde incluso Manolo Sánchez se comunicaba por pinganillo con Pellicer), encontró la solución muy pronto con Haitam. Fue saltar al campo y besar el santo, con un prodigioso zurdazo que besó el larguero sorprendiendo a un Sequeira algo adelantado.

No había llegado mucho el Málaga, pero ese gol resultó muy valioso y el equipo trató de poner cloroformo al choque, con más cambios (salieron de refresco Antoñito Cordero y Loren) y mucha solidaridad en la contención. No hubo tiempo para más. Se podrá alegar que el equipo ha empatado tres de los cuatro últimos choques ligueros, pero lo está haciendo diezmado por las bajas y dando muestras sobradas de solidez en citas como la de este domingo, ante un rival directo y del mismo potencial.