Luis Muñoz, en el remate a centro de Jairo que golpeó en el larguero. AGENCIA LOF

El Málaga no se sale del guion

A LO PANENKA ·

Al equipo sólo le faltó rematar la faena para evitar un susto al final. La clave era marcar, poner en tensión al rival y luego agobiarlo con la presión arriba. Y se cumplió a rajatabla

Domingo, 14 de marzo 2021, 17:50

Hay partidos, como el de este domingo en el Nuevo Las Gaunas, en que basta con no salirse del guion para cumplir el objetivo. Esta vez era pura cuestión de calidad. El Málaga es infinitamente mejor que el Logroñés, como ya quedó patente en la ... primera vuelta, cuando ni siquiera con la ventaja de la expulsión de Rahmani (a nueve minutos del descanso) pudo el equipo riojano salir triunfador. El extremo zurdo pudo vengarse de aquella discutible roja con el gol del triunfo, también al filo del intermedio.

Publicidad

El Málaga no se salió del guion. El Logroñés es a día de hoy un equipo demasiado transparente, con unos defectos demasiado evidentes y también, aunque aún esté fuera de la zona de peligro, en esa dinámica que habitualmente en Segunda conduce al descenso. Por eso el equipo blanquiazul corrigió con el paso de los minutos una cierta tendencia de unos y otros a que el partido derivara en un correcalles. En cualquier caso, era un descontrol más o menos controlado por el dispositivo defensivo malaguista porque básicamente había que neutralizar dos o tres virtudes de los locales. Nada más. De ahí que a Soriano se le viera tan contrariado en las dos únicas llegadas del adversario.

Rahmani pudo vengarse de aquella discutible expulsión en casa frente al Logroñés con el gol que dio la victoria



Porque en cierto modo al Málaga pareció sorprenderle que el técnico rival optara por jugar con un solo punta. Sergio Rodríguez lo hizo para tratar de contrarrestar el creciente peso en los partidos del trío que integran Escassi, Jozabed y Luis Muñoz, y para ello prefirió poblar la medular. No obstante, en cuanto el equipo de Pellicer se asentó en el campo desapareció el factor sorpresa. Y paradójicamente cuando parecía que al descanso se llegaría con el marcador inicial la hasta entonces ineficacia a balón parado –en dos golpeos de Jozabed, muy flojos– dio paso a una jugada de laboratorio, con prolongación de cabeza de Caye Quintana que no desperdició Rahmani.

Se puede tirar de tópico y recurrir a aquello del 'gol psicológico', pero sencillamente el Málaga hizo en la segunda parte lo mismo de las últimas jornadas: no hacer concesiones, presionar arriba y agobiar al rival en la salida del balón. Y como el Logroñés tampoco es que brille en esta faceta, todo se puso de cara. A medida que pasaron los minutos fue creciendo a partes iguales la tensión en el cuadro riojano y la soltura en el Málaga. Se jugó mucho más en la parcela local, pero además los golpeos en largo de los rojiblancos sirvieron para que Escassi, Mejías y Juande tuvieran la tarea demasiado fácil.

Más llegadas que ocasiones

Eso sí, el Málaga volvió a demostrar que le cuesta convertir en oportunidades claras sus llegadas, numerosas para esta categoría. Le sucedió frente al Rayo, al Mirandés y al Sabadell, y esta vez no fue una excepción. Pese a robar la pelota con facilidad muy arriba, escasearon las acciones de peligro para el titubeante portero local, Miño. En esta ocasión ni siquiera se puede hablar de que dejara vivo al adversario, porque el Logroñés tiene el ánimo por los suelos, incapaz de reaccionar por más cambios ofensivos que introduzca su entrenador. Aun así, la firmeza con la que se exhibió el equipo desde el punto de vista defensivo cuando tocaba replegarse fue otra muestra más de que sabe a lo que juega. Si no se sale del guion, como ocurrió en el Nuevo Las Gaunas, puede aspirar a todo ante cualquiera que tenga enfrente. La identidad cuenta mucho en Segunda y hace que al final el reto inicial se quede corto.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad