Los jugadores del Málaga durante una pausa de hidratación en el entrenamiento de ayer en La Rosaleda. MAVALPHOTO

La Rosaleda, casi cuatro meses sin un triunfo

El Málaga se marca el reto de volver a ganar como local ante la Ponferradina mañana para confirmar su mejoría tras la última victoria y recuperar el factor campo

Jueves, 10 de marzo 2022, 23:53

El Málaga tiene a su alcance un doble objetivo este fin de semana ante la Ponferradina (mañana, a las 21.00 horas). El reto es ... conseguir una nueva victoria que confirme su cambio de dinámica tras ganar al Amorebieta la pasada jornada, y además sirva para cortar una pésima racha de resultados como local. La Rosaleda va camino de cumplir casi cuatro meses sin celebrar un triunfo de su equipo.

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El conjunto malaguista ha perdido el factor campo que le sostuvo durante el primer cuarto de competición y no gana en Martiricos desde que superó por 2-1 a Las Palmas el pasado 20 de noviembre. Después de esa fecha no ha sido capaz de conservar los tres puntos en su estadio durante los siguiente seis encuentros del calendario que ha disputado como anfitrión.

De ser el mejor equipo local de la categoría en las primeras nueve fechas, el Málaga ha caído a la mitad de la tabla al sólo sumar dos puntos de los dieciocho posibles. Un bajón de rendimiento ante su afición que ha influido directamente en la crisis deportiva padecida en los últimos meses y de la que intenta salir en estos momentos. Y la remontada pasa por recuperar la ventaja en casa, donde el Málaga debe imponerse como hacen el resto de rivales de la competición.

«Tenemos que volver a mandar el mensaje a nuestros rivales de que si quieren conseguir puntos en La Rosaleda deben sufrir mucho»

En Segunda el factor campo destaca especialmente y la mayoría de los equipos consiguen más puntos como local que como visitante. Las excepciones son el filial de la Real Sociedad (suma 13 puntos de local por 16 de visitante) y el Ibiza (gana los mismos puntos fuera que dentro, 21). Coincide con dos equipos de los más humildes en cuanto a respaldo de su graderío.

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Todo lo contrario a lo que puede decir el Málaga, que es el club de Segunda con una de las aficiones más fieles (La Rosaleda es el segundo estadio con más asistencia media por partido de la Liga, en torno a 14.000 asistentes, tras La Romareda, del Zaragoza). Por tanto, los blanquiazules están en el grupo de los que más dependen de los encuentros en su feudo y por eso se le ha notado especialmente la derrama que está sufriendo (han dejado escapar un total de 16 puntos).

Lo tiene claro el malaguista Jozabed. «Al final en casa es donde más fuerte hemos estado este año y si estuvimos arriba en la primera vuelta fue porque en La Rosaleda nadie nos ganaba. Debemos recuperar esa fortaleza porque la mayor parte de los equipos que consiguen sus objetivos en la temporada es porque han logrado hacer de su estadio un fortín. Tenemos que volver a mandar el mensaje a nuestros rivales de que si quieren conseguir rascarnos puntos en casa deben sufrir mucho», alentó en una entrevista reciente a SUR el medio centro.

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Un calendario temible

La plantilla es la misma que hasta hace cuatro meses disfrutaba con un partido en La Rosaleda y después de cada encuentro se daba un paseo por el césped para saludar a la afición y convivir en comunión. Pero eso se ha diluido y suena a otros tiempos, por desgracia para el Málaga y sus seguidores. Algunos se han desilusionado y otros simplemente se han cansado de sufrir desde su localidad. El malestar es evidente y al equipo le llega el turno de volver a ganar en La Rosaleda después de lo cerca que lo tuvieron ante el Cartagena, que logró llevarse el empate en la última jugada con una 'chilena' de Okazaki.

Aunque del dicho al hecho habrá mucho esfuerzo de por medio porque el calendario como local del Málaga es temible. A la visita de mañana de la Ponferradina, uno de los equipos revelación de la temporada porque no ha salido de la zona de 'play off' en todo el curso y es un equipo muy competitivo y regular, se suman la de otros rivales de la zona alta o que aspirar a ella. Los equipos que pasarán por La Rosaleda hasta el final de Liga serán el Huesca, Valladolid, Eibar, Oviedo y Burgos.

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De sumar 23 puntos de 27 posibles al inicio a lograr sólo dos empates en seis partidos

El Málaga de esta temporada no entiende de términos medios. De la euforia y la ilusión en el principio de Liga pasó al miedo al descenso entre los más agoreros, ahora algo más estabilizado gracias al reciente triunfo contra un rival directo. Y entre muchas de las razones del declive, la principal estriba en la sorprendente dinámica de debilidad que sufre como local.

El contraste es radical después de haberse destacado como uno de los mejores jugando como local durante el primer cuarto de campaña. Los datos son elocuentes. El equipo blanquiazul consiguió amarrar 23 de los 27 puntos posibles durante las primeras nueve jornadas de Liga que disputó en La Rosaleda. Un rendimiento sobresaliente, de equipo llamado a objetivos importantes. Firmó dos empates y siete victorias que les sostuvo en la parte de la tabla liguera porque sus bagaje a domicilio era nulo.

La ecuación se ha derrumbado al fallar el suministro de puntos en el campo de Martiricos, donde el club blanquiazul sólo ha conseguido rascar dos puntos de los dieciocho posibles en los últimos seis encuentros. Sólo dos empates y cuatro derrotas. Un balance que le da la vuelta al calcetín a la estadística para mal. Suena chocante, pero hasta que no ha dejado de ganar en casa no le han llegado las victorias fuera. Sus únicos partidos ganados como visitante en esta temporada llegaron como meros consuelos en mitad de la crisis.

A principios de enero logró un poco convincente triunfo contra el colista, el Alcorcón. Y el fin de semana pasado sumó su segunda victoria del curso lejos de La Rosaleda en Lezama, contra el Amorebieta, también otro de los equipos de abajo en la clasificación. Pero además sumó varios empates de mérito en Ipurúa contra el Eibar y en La Romareda frente al Zaragoza. Aún así, el camino menos espinoso para amasar una buena suma de puntos sigue siendo recuperar la jerarquía y ventaja como local.

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