Muchos de los clubes importantes son propietarios de sus estadios, lo que siempre supone un plus patrimonial muy eficaz para la viabilidad de estas entidades. Y el Málaga no quiere ser menos, aunque acumula dificultades que históricamente le han impedido colocarse en este grupo de ... equipos con más poderío económico (en Primera figuraba entre los ocho más fuertes en cuanto a ingresos televisivos). Según ha sabido este periódico, desde las oficinas de La Rosaleda están dispuestos a entrar en el grupo de dueños del campo, formado ahora por la Junta de Andalucía, la Diputación y el Ayuntamiento de la capital. Aunque para ello, a medio plazo, será necesario que la sociedad de Martiricos, ahora intervenida judicialmente, tenga mayor liquidez, más dinero disponible que en este momento.
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Es indudable que el Málaga comienza a estar ahora en una mejor posición para invertir dinero en infraestructuras, pues LaLiga le obliga a gastarse en este capítulo el 70 por ciento de la partida que le corresponde por el acuerdo con el fondo de inversión CVC Capital, que asciende a un total de 44,6 millones. Si bien las fuentes del club consultadas afirman que lo prioritario es acabar las obras de La Academia, que siguen siendo una gran apuesta. En cualquier caso, la entidad dispondrá de un remanente relativamente importante tras acometer los trabajos en la ciudad deportiva nueva, sin bien parece insuficiente todavía para que su participación en este proyecto le permita disponer de una parte de la propiedad.
Más posibilidades económicas
Aunque el Málaga deberá analizar esta posibilidad a medio plazo, lo que puede permitirle mejorar de una forma directa sus posibilidades económicas, que podría llegar a través de importantes movimientos en la propiedad del club, ya sea después de algunas resoluciones judiciales o mediante una ampliación de capital, siempre que esta sea necesaria para la entidad. Pero la opción más clara para entrar en una mayor liquidez de la entidad, sin duda, pasa por una alternativa que ahora se contempla como algo muy complicado, como sería el ascenso a Primera División, una aspiración que siempre debe estar muy presente entre los objetivos del equipo blanquiazul.
El Málaga se estaba planteado ya algunas reformas en el estadio que habían sido comunicadas a LaLiga y que tenía previsto analizarlas junto a las instituciones propietarias. Entre otras mejoras, el club pretendía llegar a un acuerdo con las administraciones para cambiar la iluminación del estadio, para que todos los focos pasaran a ser LED. Este cambio lo han realizado ya en gran parte de los estadios importantes y, entre otras ventajas, supone un ahorro muy notable en la factura de la electricidad. Y otro de los arreglos viene de atrás, desde la reconstrucción del campo (comenzó en 2000), pues en su momento no se completó la impermeabilización de las obras (fue una medida de ahorro presupuestario entonces), lo que obliga a colocar distintos recipientes a lo largo de la instalación para recoger el agua cuando llueve.
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Estas dos reformas principales son las que el club tenía programadas, si bien es previsible que ahora se incluyan en el nuevo proyecto que deberá comenzar a dotarse de contenido en breve, pues la candidatura de Málaga para, en su caso, formar parte de la propuesta de España y Portugal para el Mundial 2030 deberá ponerse en funcionamiento lo antes posible. De ahí que el Málaga tenga ahora más abierta que nunca la posibilidad de entrar en la propiedad del estadio en el que disputa sus partidos y donde tiene su sede, junto a las otras tres instituciones. Esta iniciativa forma parte del plan del club, que estaría bien vista por las instituciones, y también puede convertirse en una necesidad para la entidad.
La parcela económica siempre fue el punto débil, una asignatura pendiente, del nuevo Málaga, salvo en momentos muy puntuales. De ahí que nunca dispusiera de un patrimonio destacado. Ahora cuenta como principal propiedad con los futbolistas de su plantilla, los que tienen un compromiso a medio o largo plazo. De hecho, recientemente rechazó una oferta importante por el joven Kevin, lo que hubiera supuesto, en el caso de haberse cerrado la operación, un ingreso extra para la entidad.
Hasta hace muy poco, sin embargo, el Málaga contaba con un mayor patrimonio, pues era el dueño de la vieja ciudad deportiva construida en una parcela de El Viso (forma parte de la ampliación de la UMA, que muy pronto hará uso de ella). Pero este terreno fue expropiado al club y a cambio, como le correspondía, recibió otro a modo de permuta. Pero este fue inmediatamente vendido para hacer frente a los primeros trabajos de La Academia, la obra que se está desarrollando desde hace algunos años en Arraijanal.
De esta manera, en lo relativo al patrimonio, el Málaga sufre un déficit muy importante, algo que podrá corregir poco a poco. Primero realizará en su nueva ciudad deportiva una inversión superior a 20 millones, aunque los terrenos no son de su propiedad (fueron cedidos durante 75 años) y después pretende entrar en el grupo de propietarios de La Rosaleda a cambio de participar de una forma directa en las reformas que se están estudiando para La Rosaleda y que es previsible que se lleven a cabo en poco tiempo. Ambas posibilidades se presentan como un salto de calidad para la entidad de Martiricos.
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