El millar de seguidores desplazados a Córdoba, situados en una esquina del Nuevo Arcángel. Valerio Merino

El Málaga, sin recursos por dentro y por fuera

El equipo de Muñiz agota 80 minutos sin profundidad alguna y salva un punto en la última acción

Domingo, 3 de marzo 2019, 01:01

Si fuese baloncesto se diría que el Málaga no tuvo juego interior ni exterior. Es fútbol, pero sucede igual. El cuadro que entrena Muñiz se mostró carente de recursos por dentro y por fuera para inquietar a un Córdoba que llegaba a la cita ... a seis puntos de la permanencia y que había encajado cincuenta goles antes del derbi (casi a dos por encuentro, habida cuenta de los 27 disputados hasta la fecha).

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Durante los primeros ochenta minutos el equipo exhibió todo su repertorio de carencias para abatir a uno de los sistemas defensivos más pobres de la categoría. Precisamente esa era la fijación del técnico debutante del cuadro local, Rafa Navarro, que dispuso una línea de cuatro en la defensa, a diferencia de los partidos anteriores, con dos 'pivotes' por delante.

Muñiz situó a Iván Alejo y Harper en los flancos, pero el vallisoletano está a años luz del que agradara en su debut ante Las Palmas. Sus centros fueron sin ton ni son, y tampoco intentó el desborde en el uno contra uno. El contratiempo de la lesión tempranera de Adrián condujo al Málaga a perder a su jugador con más gol y a situar a Erik Morán de 'pivote' en el campo y adelantar a N'Diaye. El problema restó aún más profundidad al equipo, porque ni el senegalés ni Keidi (con un tiro plácido muy desviado desde la frontal del área) conectaron con Blanco ni mostraron llegada al área, lo que mejor caracteriza a Adrián.

Pese a los cambios de dibujo y de jugadores, el equipo dilapidó centros sin ton ni son y no fue capaz de penetrar desde zonas interiores

Pese a que Erik Morán llevaba apenas media hora en el campo, Muñiz no dudó en sacrificarlo en el descanso (además, estaba amonestado) para situar en el campo a Ontiveros y volver al 4-4-2, ya con Harper al lado de Blanco. No tuvo más profundidad el equipo con esta versión, y por momentos Ontiveros recordó al que se ganó ante el Almería un paréntesis largo en su participación con el equipo.

Primeros apuros para Abad

Hubo que esperar al tramo final para ver en apuros a Carlos Abad, que al final sí tuvo una participación significativa. Sobre todo, tras un testarazo de N'Diaye, con el incomprensible error al rechace de Seleznov a puerta vacía, pues aunque el ucraniano estaba en un claro fuera de juego, finalmente este no fue señalizado.

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Fue la mejor ocasión malaguista, antes de una acción individual de Ontiveros con tiro lejano (que detuvo el meta) y la jugada final del partido. El marbellí cayó cerca del banderín de córner, pero con buen criterio Bikandi Garrido aplicó la ley de la ventaja y el centro, esta vez sí preciso, de Ricca lo ejecutó N'Diaye, en su tercer gol de la temporada –todos importantes, pues marcó también en la remontada en Lugo y en el empate de Riazor–. No hubo tiempo para más y se dio un resultado que antes de jugar no contentaba ni a locales ni visitantes. Pero al menos el millar de seguidores pudo volver con mejor ánimo a casa.

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