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La victoria del Málaga contra la Ponferradina adquiere más valor si cabe una vez resueltos casi todos los resultados de la jornada 17ª. El equipo blanquiazul, pendiente de lo que haga este lunes el Ibiza contra el Andorra (21.00 horas) en el último partido de esta fecha del calendario para dejar de ser el colista de la categoría, puede celebrar que ha recortado distancias con casi todos sus rivales directos por la permanencia porque la mayoría ha sufrido malos resultados.
Más allá de reducir a la mitad la distancia con el equipo que marca la salvación (la Ponferradina, que queda a tres puntos), el fin de semana ha sido productivo para los intereses malaguistas porque sólo el Oviedo ha ganado de entre los que se encuentran en el grupo de la zona baja de la clasificación y ha sido precisamente ante otro de los últimos, el Mirandés (1-0). El Zaragoza empató en Burgos (2-2), el Lugo rascó un punto también ante el Levante (1-1) y el Racing perdió en Albacete (1-0).
Por lo que la situación se comprime al máximo y esto beneficia al Málaga, que sigue en descenso con 14 puntos y tiene por delante al Lugo con 15 puntos, al Mirandés con 16. Con un triunfo aún vivo en la retina todo se ve con más positivismo y después de todo lo sufrido el equipo que entrena Pepe Mel se encuentra a seis puntos de los que sería una posición más cómoda como es el 14ª lugar de la tabla que ocupa ahora el Tenerife con 20 puntos, los mismos del Oviedo.
Por otro lado, el malaguismo también estará pendiente del resultado en Ibiza con la incógnita de si su equipo podrá dejar de ser el farolillo rojo después de cuatro jornadas seguidas marcando el fondo de la clasificación, una merma añadida para el ánimo general. Una derrota o un empate del Ibiza dejaría al Málaga penúltimo. En el caso de vencer, el Ibiza, que cuenta con 12 puntos, adelantaría al equipo blanquiazul.
El siguiente contrincante del Málaga será el Levante (el domingo 4 a las 21.00 horas), uno de los equipos más poderosos de la categoría y claro candidato al ascenso directo. Aunque no llega en su mejor momento después de sufrir dos empates consecutivos ante Las Palmas y Lugo. En su último choque, en tierras gallegas, acabó desquiciado hasta el punto de que su entrenador, el exmalaguista Javier Calleja, fue expulsado.
También vio la quinta amarilla uno de sus jugadores más reconocidos, Roberto Soldado, por lo que será una ausencia segura ante los blanquiazules. Se trata de un conjunto dominador que puso contra las cuerdas al equipo lucense, pero su falta de claridad en ataque les atormenta y de eso se aprovechó el Lugo para sacar un importante empate.
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