Ganar en La Rosaleda se convierte ya en una necesidad para el Málaga

El equipo de José Alberto López funciona en casa de forma satisfactoria, como se ha podido comprobar, aunque los jugadores y los técnicos no quieren confiarse, pues el nivel de los equipos de la categoría es muy parejo y las sorpresas pueden llegar en cualquier momento. De hecho, el propio técnico elogió ayer a la Real B, un equipo compuesto por jóvenes valores que suele mostrarse peligroso en cualquier escenario. Entre ellos llegará un malaguista, Cristo Romero, que está cedido al conjunto donostiarra (tiene una opción de compra y puede jugar debido a que así lo contempla el contrato de préstamo).

En el plano puramente deportivo hay algunas dudas. Después de la derrota en Oviedo es previsible que el entrenador realice algunos cambios, pues coincide con un encuentro entresemana y seguramente habrá de nuevo rotaciones en el once. Con dos de sus delanteros lesionados (continúan fuera del equipo), el preparador asturiano deberá buscar el equilibrio entre la faceta defensiva y las opciones de ataque. Mejorar la eficacia, la pegada, cara a la meta contraria sigue siendo uno de los objetivos. En estas circunstancias, incluso, no se descarta que haya novedades en todas las líneas (salvo la portería).

La recuperación de Antoñín y la creciente participación de Ramón elevan las opciones de José Alberto para construir un equipo solvente. ¿Mantendrá el doble 'pivote'? Parecía que era una fórmula sólo para los compromisos a domicilio, pero ante el Lugo en Martiricos le dio continuidad a este sistema, más contundente en el centro del campo. De ahí que el técnico podría plantearse esta variación debido a que en los partidos de casa necesita más creatividad para buscar la meta contraria y romper los sistemas defensivos de los rivales. Esta es una de las principales dudas.

Y otra se centra en el joven Kevin, un futbolista desequilibrante y en pleno crecimiento, pero que tiene problemas físicos por los golpes que recibe en todos los partidos, uno tras otro. No está bien del todo, pero es previsible que pueda participar, aunque sea al final. Es posible que el entrenador utilice de entrada a los jugadores que están en mejor forma y después, dependiendo de cómo transcurra el encuentro, darle entrada a otros hombres. Parece claro que el objetivo del Málaga no es otro que ganar a toda costa para no perder el ritmo de la zona media de la tabla ante una Real que puede ser peligrosa.