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Aunque parecía poco probable, la situación del Málaga siempre es susceptible de empeorar cada semana. La serie de terror protagonizada por el equipo blanquiazul sigue acumulando más capítulos una jornada tras otra. Cuando tenía abierta la posibilidad de colocarse a cinco puntos con un triunfo ... contra el Racing, de nuevo volvió la maldición de las expulsiones: Genaro vio la roja directa en una entrada que el colegiado consideró que suponía este castigo, lo que fue una losa insuperable. De esta manera, en un encuentro que parecía propicio por jugarse en La Rosaleda, el conjunto dirigido por Sergio Pellicer se quedó con la peor opción posible, la derrota, lo que eleva hasta los diez puntos las desventaja con la zona de salvación.
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Incapaz de rendir durante partido completo a buen nivel, sin errores decisivos, el Málaga se mantiene en la misma posición, la antepenúltima, aunque los de abajo se le acercan. El cambio más sustancial tras la jornada de este fin de semana y tras la nueva derrota de la Ponferradina, se centra en que la referencia de los blanquiazules para salir del descenso ya no es el Racing, sino que pasan a serlo el Oviedo y el Zaragoza. El primero cayó contra el Mirandés y cuenta con 35 puntos, los mismos que un Zaragoza que no pasó del empate en Lugo. Nada menos que diez puntos más que los hombres de Pellicer, lo que se considera dramático para este conjunto cuando quedan doce jornadas para cerrar el campeonato.
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Sergio Cortés
La jornada ofrecía ciertas alternativas para el Málaga, pero siempre que ganara. La derrota, sin embargo, convierte ya en agónica la situación del equipo de Martiricos. Los enfrentamientos del fin de semana abrían la puerta a comenzar la reacción en un partido con récord de asistencia de espectadores a La Rosaleda: más de 26.000. Pero fue imposible una vez más y el equipo continúa sin dar la talla, deambula ya entre los principales candidatos al descenso a Primera RFEF.
La expulsión de Genaro, como es lógico, marcó el partido. Las dificultades aumentaron sobremanera para un equipo condenado a casi un problema grave por partido, lo que merma sus posibilidades de reaccionar de una forma determinante. El Racing pasó a controlar el juego ante un rival que intentaba recomponerse poco a poco tras el duro golpe de quedarse en inferioridad. Apenas llegaban las oportunidades, lo que ofrecía aún algunas esperanzas al conjunto de Pellicer, casi noqueado por los acontecimientos. Y fue el tercer encuentro desde que llegó el nuevo técnico que los blanquiazules tienen que afrontar gran parte del compromiso con uno menos. El equipo blanquiazul lo intentó al final, pero todo siguió igual y la situación se convierte ya en crítica para la permanencia.
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