
La situación del Málaga ya es límite. La derrota contra el filial de la Real Sociedad despierta el temor sobre un posible descenso que se viene barruntando en las últimas semanas. Ante esto, medio centenar de aficionados, hartos de la deriva del equipo y la incapacidad para reaccionar, se acercaron este domingo a La Rosaleda para mostrar su crispación a la plantilla. Mientras, varios dispositivos policiales se personaron en la zona como es habitual en estos casos.
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Los seguidores recibieron a jugadores y técnicos entre protestas a su llegada al estadio, donde se dirigió la expedición malaguista tras aterrizar en la ciudad procedente de Bilbao para un sesión de entrenamiento. Ante esta situación, directivos del club y los capitanes del equipo se bajaron del autobús para dialogar con los presentes en la puerta 18 del recinto, lugar por donde se accede al aparcamiento.
Manolo Gaspar, director deportivo, Francisco Martín Aguilar, consejero, y jugadores de peso en el vestuario como Escassi y Lombán, que son los habituales en dar la cara en los momentos que vienen mal dadas, quisieron calmar los ánimos y transmitir tranquilidad y confianza a pesar de la delicada situación. Son conscientes de que urge reaccionar y prometen compromiso para remontar la penosa coyuntura.
El encuentro no fue a más una vez los aficionados vieron como se atendió a sus quejas por parte de una amplia representación de las caras reconocibles del club. No caben demasiadas explicaciones. Más bien cierta incredulidad y tormento por llegar a un punto ciertamente preocupante. La plantilla al completo se llevó una imagen clara del hartazgo que existe en el entorno blanquiazul con sus malos resultados.
La siguiente oportunidad para frenar esta sangría de puntos que le lleva a luchar por la permanencia será el próximo lunes 28 en La Rosaleda contra el Cartagena, a partir de las 21.00 horas. Será una nueva toma de contacto con la afición, muy descontenta en el mejor casos y desilusionada, desconectada, en el peor. Para preparar ese compromiso, el cuerpo técnico, a cargo de Natxo González, aún debe decidir el plan de trabajo de la siguiente semana.
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Por el momento, el equipo se ejercitó este domingo en La Rosaleda en un típico entrenamiento pospartido. Los titulares se emplearon en el gimnasio para llevar a cabo ejercicios de recuperación y preventivos, mientras que los que tuvieron menos minutos trabajaron en el Anexo. Está por ver si para estos próximos días vuelven a estar disponibles los lesionados Juande y Sekou, que no viajaron a San Sebastián por leves problemas físicos.
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