El Málaga, a desterrar su 'cara B' en la Liga

Sobre el papel, el Málaga ofreció una clara evolución de Ibiza a Almería. En el derbi andaluz sí mostró esas virtudes de equipo que ya encandila a su afición. Fue en busca del rival, le jugó de tú a tú (pese a la clara diferencia en presupuesto) y, en una palabra, pretendió desde el primer minuto la victoria, sin ofrecer ni mucho menos una actitud contemplativa. Pero apareció el mejor jugador de la categoría, Sadiq (que, por cierto, el viernes se zampó al Alcorcón en el primer cuarto de hora), y el golpe al mentón del nigeriano lo dejó totalmente noqueado. No necesitó mucho más su rival para finiquitar el duelo. «El equipo tiene que conseguir regularidad dentro y fuera de casa», fue el contundente mensaje del entrenador malaguista, José Alberto, en su comparecencia el viernes.

A juicio del cuerpo técnico, la dinámica del Málaga es positiva pese a que con nuevos (y mejores) mimbres se ansiaba otro estilo. Pesan más las sensaciones que el balance numérico –este, reflejado en la situación en el grupo de cabeza– y ahora se pretende no desviarse un ápice del camino. La hoja de ruta marca llegar a marzo o abril instalado en la mitad alta de la tabla para pelear por todo, pero en especial está basada en una serie de virtudes imprescindibles para mantener intactas las aspiraciones más ambiciosas. Una de ellas es esa condición de «equipo dinámico que corre mucho», como ha descrito el hoy entrenador rival, Bolo (cuyo papel en la Ponferradina no parece suficientemente valorado en el mercado).

Obviamente en Segunda el dinamismo y la energía no bastan. Se requieren otras cualidades para triunfar. Contar con un estilo definido también es crucial y ahí los dos rivales de esta tarde parecen tener mucho terreno ganado. La Ponferradina, con escasos cambios en su once habitual, no tiene prisa y espera pacientemente su oportunidad aun a costa de dar la sensación engañosa de que en determinadas fases enfría el encuentro. En realidad, nunca baja el pistón, pero sabe cuándo no debe arriesgar para evitar el zarpazo del rival. De ahí que José Alberto prevea con toda la razón «un choque exigente, con duelos e intensidad». Respecto al Málaga, a su energía ha sumado un paulatino crecimiento en su juego, basado especialmente en la capacidad de los extremos para jugar por dentro, lo que facilita más líneas de pase (y como consecuencia una circulación más fluida de la pelota) y la incorporación de dos laterales ofensivos como Víctor Gómez y Cufré.

Otro pilar básico en Segunda es la solvencia a balón parado, aspecto que también maneja la Ponferradina como elemento imprescindible con su actual entrenador, aunque el foco esté puesto inevitablemente en su incombustible ariete, Yuri, camino de los 40 años. El Málaga deberá extremar la concentración en El Toralín para no sufrir en cualquier acción de estrategia. De este modo, se supone que tendrá más exigencia Dani Martín, llamado a continuar bajo los palos (es obvio que es el portero titular para José Alberto) como primer nombre en una alineación que no debe de sufrir excesivos cambios. Aunque ya es conocido que el entrenador del Málaga oculta hasta la convocatoria, el equipo funcionó como un reloj frente al Girona y el único futbolista titular con problemas físicos, Luis Muñoz, no arrastra molestias musculares, sino el enorme dolor por un fuerte pisotón a la altura del talón de Aquiles. Jozabed y Ramón esperan su oportunidad –también Ismael Gutiérrez, ya disponible– para sumarse a este equipo que busca desterrar en la capital del Bierzo esa 'cara B' a domicilio marcada por cierta desconexión.