El Málaga se plantea la ampliación de capital para corregir su gran desfase y salvar el club

Este movimiento, importante y contundente, para salir adelante seguramente supondría un nuevo cambio de rumbo del Málaga. Como punto de partida aparece una duda muy importante: ¿El administrador del Málaga tiene poder suficiente para poner en marcha una medida de este calibre? Según las fuentes consultadas, la respuesta es sí. De ahí que Muñoz esté estudiando esta ampliación para conseguir una liquidez que le permita, junto a otras decisiones, neutralizar el gran envite de este verano. Los problemas económicos venían de atrás, pero ahora se han agudizado con el parón provocado por la pandemia y las importantes pérdidas que está provocando.

Algunas incógnitas

La segunda gran incógnita estaría centrada en cómo se realizaría esta ampliación y cuál podría ser el escenario durante el proceso y al final del mismo. Existen diversas opciones para acometer este importante cambio, si bien Muñoz deberá decidirse por la fórmula más adecuada a las circunstancias de la entidad, con el objetivo de evitar otros problemas sobrevenidos. La conocida como ‘del acordeón’ es uno de los sistemas más utilizados en situaciones parecidas: consiste en realizar primero una reducción del capital social para proceder a continuación a una ampliación del mismo (esto evitaría que el capital, de 17,5 millones ahora, fuese en el futuro demasiado elevado).

El proceso permitiría, en principio, a los actuales accionistas hacerse con los títulos nuevos que les correspondan, según el porcentaje de la propiedad que tenga cada uno. Aquí estarían ahora NAS Spain 2000, propietaria del 96,9 del club (según la ejecución de una sentencia en la que el jeque Abdullah Al-Thani está obligado a compartir la propiedad con BlueBay), los pequeños accionistas y también existe una partida que adquirió el club a través de NAS Football. Este reparto, en cualquier caso, al estar sujeto a decisiones judiciales y resoluciones de recursos, podría variar.

Haciendo una estimación, según la situación judicial y atendiendo al informe de la policía tras el registro en La Rosaleda, la distribución accionarial podría ser así al final: Abdullah Al-Thani (un 49,4 por ciento), BlueBay (47,4), accionistas minoritarios (2,1) y los títulos comprados por NAS Football que la policía afirma que los pagó el Málaga (0,9). Esto supondría que nadie tendría el control en solitario del club al no superar la mitad del capital ninguno de ellos. A partir de aquí, cuando se aclare cómo quedará la última partida de las mencionadas se podría establecer el baremo de partida para acudir a esta ampliación.

El gran problema al que se enfrenta ahora este primer proyecto de salvación del club sería la crisis sanitaria, que se ha convertido también en una gran crisis económica, lo que dificultaría las aportaciones de dinero tanto de los actuales accionistas como de otros que pretendan entrar. Había algunos grupos inversores interesados en hacerse con el club, por lo que habrá que ver en qué situación se encuentra cada uno de ellos en el momento de suscribir y pagar ahora estas nuevas acciones. Esta ampliación, asimismo, se pondría en marcha junto a otras decisiones también de gran calado (medidas económicas y también jurídicas). El plazo es corto, pero, pese a la paralización, en el club están convencidos de que el Málaga podrá salir adelante.