Hervías y Fran Villalba son, a priori, las últimas incorporaciones en la plantilla del Málaga. El límite salarial está consumido, pero aún quedan más de dos semanas para que concluya el mercado y es ilógico arriesgarse a asegurar que no habrá más cambios en el ... equipo (de hecho, Adrián opta a ser el decimotercer fichaje). En cualquier caso, la llegada de los futbolistas procedentes del Valladolid y el Sporting supone un cambio llamativo en la planificación a tenor de las últimas intenciones del club.
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Como quiera que nadie en La Rosaleda espera en esta quincena un euro del beneficio que le correspondería por el traspaso de Horta –se da por hecho que el acuerdo entre el Braga y el Benfica por el exjugador malaguista va a demorarse al máximo–, está por ver si la llegada de nuevos ingresos facilita la tarea de contar con algún efectivo más en el plantel. O eso (que pasa básicamente por ponerle 'apellido' al estadio de Martiricos) o que salga un chollo en forma de cesión de un futbolista desde Primera División sin apenas tener que invertir. No se antojan más opciones para un equipo que se ha reestructurado en un elevado porcentaje pero que da la sensación de estar de salida por debajo de varios rivales de la categoría.
Lo que sí resulta indiscutible es que no hace tanto, en los primeros días de este mes, las preferencias de la dirección deportiva apuntaban en otra línea para completar la plantilla. La intención era incorporar a otro delantero que acompañara a Fran Sol y Febas –más la opción en la recámara de Loren e independientemente de la situación de Chavarría y Adrián– y también a un futbolista para la banda izquierda, preferentemente un 'carrilero'. No obstante, ni Hervías ni Fran Villalba se ajustan a esas cualidades, aunque por rizar el rizo sí se podría pensar que el primero, un extremo de clara vocación ofensiva, se desenvolviera como un lateral de largo recorrido y que en vez de moverse por la derecha (como es habitual) lo hiciera por la izquierda.
El mercado manda y ya se sabe que en cuestión de minutos todo puede variar. Y de ello tiene el Málaga sobrada experiencia para bien y para mal. En el verano de 1999 estaba cerrado con todas las partes el acuerdo para la incorporación de Munitis y al final el escurridizo futbolista cántabro se echó atrás. En cambio, nueve años después se atisbaba imposible que el club recuperara a Luque para su proyecto después del segundo ascenso, pero el empeño del extremo y las incesantes gestiones del entonces presidente, Fernando Sanz, lo hicieron factible.
Como es conocido, Pablo Guede le había insistido al director deportivo, Manolo Gaspar, sobre la necesidad de contar con un 'diez' en la plantilla, un futbolista capacitado para dar el último pase y del perfil similar al genial Sandro. El mercado no ofrecía excesivas oportunidades hasta el punto de que el técnico malaguista era partidario de incorporarlo aunque a la postre sólo pudiera ser un recurso para las segundas parte, no como un titular indiscutible. De los nombres que se manejaban la opción aparentemente más complicada pasaba por Fran Villalba por la tremenda competencia de clubes de Primera y Segunda.
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El empeño de Guede en contar con un medio punta que brille por dar el último pase siempre estuvo sobre la mesa, pero no era una prioridad en la planificación sencillamente por la enorme dificultad de encontrar esa pieza (y sobre todo que se ajustara a la situación económica del club). Que Fran Villalba haya acabado en el Málaga se debe básicamente a la capacidad de persuasión de los responsables blanquiazules y también a la influencia que Escassi tiene sobre el valenciano desde que coincidieron en el Numancia. El propio técnico deslizó el pasado viernes, en su comparecencia previa al partido en Burgos, que la plantilla iba a cerrarse con un futbolista que actuara como medio punta o extremo, que la lista de candidatos ascendía a cinco y que vendría al Málaga aquel que más quisiera. Y Fran Villalba, el mejor en el escaparate al que podía aspirar el club, ha querido.
Pero no puede quedar en el tintero la alusión de Guede a ese 'diez' que actuara también como extremo cuando minutos antes había desvelado el fichaje de otro extremo, Hervías. Es decir, ¿dos extremos? Da la sensación de que las dos últimas incorporaciones, alejadas del perfil que se buscaba a comienzos de este mes, obedecen a una decisión salomónica. El entrenador va a contar con el medio punta que pedía reiteradamente desde antes incluso de que acabara la pasada temporada mientras que el director deportivo incluye en el grupo a un especialista para jugar 'por fuera', precisamente aquello de lo que el Málaga no está muy sobrado por la filosofía del técnico hispanoargentino.
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