Pepe Mel: «La ilusión con la que llegué se ha convertido ahora en un reto»

El Málaga tiene un inconveniente debido a que dispone de una plantilla confeccionada para una fórmula de juego y ahora está utilizando otra relativamente diferente, pues la anterior no funcionó de la forma esperada, como comentó el propio Manolo Gaspar el jueves. De hecho, en el mercado invernal el club intentará corregir estos desajustes. Y sobre este asunto y las dificultades de cualquier planificación se pronunció también Mel en su comparecencia previa al encuentro de mañana contra el Eibar, en La Rosaleda, a partir de las 16.15 horas. «Los equipos nunca se deben hacer por lo que opine un entrenador, pero tampoco se puede ir en contra, como Manolo ha tenido en cuenta aquí. Entiendo que los equipos tienen que pensarse en base a una idea histórica de juego de la entidad y nunca por lo que diga un entrenador. Y tampoco se debe firmar a un futbolista en contra de lo que opine el entrenador, porque esto complica las cosas y va en contra del trabajo», aseguró.

El técnico, que comunicó que Lumor está ya inscrito y podrá jugar, se mostró relativamente optimista sobre el futuro del equipo, si bien para ello será necesario que comiencen a llegar los resultados positivos. En este sentido, Mel podría disponer de más jugadores de forma inmediata tras la recuperación de varios de ellos en los últimos días. «La semana ha ido bastante bien en cuanto a los entrenamientos y la recuperación de futbolistas. Tenemos grandes esperanzas con Hervías y Gallar para que mañana (por hoy) superen la última prueba, la definitiva. Los dos son parte fundamental de este equipo. Juande también se ha entrenado bien y Chavarría se ha reincorporado al grupo», explicó el preparador madrileño en la sala de prensa Juan Cortés del estadio de Martiricos.

Debilidad mental

Frenar la debilidad mental que se observa en el equipo en determinados momentos es uno de los objetivos del entrenador. «Los futbolistas le tienen respeto a La Rosaleda, aunque estén cómodos. Entienden que tienen que pasar el examen, que nos ha estado costando. Estuvimos hablando del partido. Tenemos un problema, porque cuando llega un traspié, nos cuesta levantarnos. En Oviedo fue un mazazo después de una buena primera parte. Si hay que hacer dos goles en 50 minutos, hay que intentarlo. Hay que seguir compitiendo al mismo nivel, sin levantar la cabeza», analizó. «Es una de las preocupaciones. Al mínimo traspié llega el nerviosismo. Nos pasó en Leganés o en Oviedo. He trabajado con psicólogos, y el club tiene uno. En el momento que lo vea necesario, lo tendremos».

El entrenador malaguista elogió al Eibar y también habló de los problemas que tienen algunos de sus jugadores para desplegar su juego. Cree, por ejemplo, que la entrada a Luis Muñoz fue merecedora de la expulsión directa. «En el fútbol hay jugadores que tienen más riesgo. Lo habilidosos están expuestos al trabajo directo. La incomodidad de la tabla también te empuja. Febas está siendo muy importante. Tanto él como Villalba nos dan ese último pase». En cualquier caso, el técnico ha comentado que siguen avanzando en muchos asuntos, pero no se trasladan a los marcadores en cada partido. «Cuando el balón llega al área deben estar un mínimo de tres futbolistas para rematar. Eso se va cumpliendo. Son cosas que no se notan, pero necesitamos un resultado que lo reafirme», indicó.