El Málaga, a ocho puntos del milagro

«¡Sí se puede, sí se puede!«, fue el grito atronador en La Rosaleda en los minutos finales de un periodo añadido que se hizo tan largo como un examen escrito sin saberse la lección. Se merecían ya una alegría los esperanzados 20.451 espectadores que acudieron una noche de lunes al estadio de Martiricos, y también los que desde sus casas sufrían en un encuentro más del Málaga, que la mayoría de las veces este curso ha sido fuente de frustraciones.

Era una cita a priori más propicia que otras anteriores, ante un Leganés que se está despeñando (siete puntos de los treinta últimos, con seis de colchón únicamente sobre la zona de descenso), pero al equipo le estaba costando ponerse a tono con la exigencia y que llegaran las ocasiones. En circunstancias así, cuando falta encender una chispa al partido, con un Leganés tratando descaradamente de perder tiempo (todo el que robó se le volvió en su contra después), qué mejor que el instinto goleador de Rubén Castro, que había pasado de puntillas por el partido. Fue el que sacó al Málaga del atolladero, aunque luego llegara la anecdótica diana de Chavarría sin portero.

Fue una muestra más de oportunismo del delantero canario llegando antes que nadie al rechace de Riesgo, que había repelido un disparo de Ramón. El gol se tuvo que celebrar con suspense, porque el árbitro Ais Reig fue avisado de un posible fuera de juego del atacante, que no existía.

El resultado es que el Málaga por primera vez en muchas jornadas recorta algo su desventaja de puntos respecto a la zona de descenso para dejarlo a ocho. Esa distancia, que sigue siendo considerable, es ahora la única tabla de salvación a la que se agarra todo el malaguismo para obrar el milagro a nueve jornadas del final del torneo; es decir, con veintisiete puntos en juego.

El Málaga sigue vigésimo, cuatro puntos por detrás de la Ponferradina, y ocho tras el Sporting y el Racing, que marcan ahora la frontera de la permanencia. Cabe recordar que contra el cuadro cántabro se pierde el 'goal average', mientras que esta igualado contra el Sporting y depende del 'average' general, ahora seis goles mejor para el cuadro gijonés.

El Malaga, que no disparó entre los tres palos, pero tuvo fases más entonadas en el segundo (dos ocasiones claras de Chavarría ante Riesgo y otras tantas de Lago Junior), jugará la próxima jornada en Andorra (domingo, a las 18.30 horas) y luego visitará al Villarreal B (viernes 7 de abril, a las 21.00), en dos salidas consecutivas, pero ante dos rivales que se ecuentran en una zona relativamente tranquila de la tabla. El cuadro del Principado, a siete puntos de la zona de los 'play-off', la misma distancia que separa al filial de los puestos de descenso.

Posteriormente, el equipo que entrena Pellicer, obligado a sumar casi todos los puntos para seguir soltando lastre, se medirá a estos equipos: Cartagena (en La Rosaleda), Lugo (en O Couto), Huesca (otra vez en casa), Ponferradina (a domicilio), Mirandés (en Martiricos), Alavés (en Vitoria) y cierre del curso en su feudo ante el Ibiza.

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