El Málaga, obligado a cambiar el rumbo

Las bajas y la escasez de plantilla por la pésima gestión y la deficiente planificación pasan de nuevo a un segundo plano para centrarse en el choque del Anxo Carro, con la mente puesta en hacerse ya con un triunfo, el primero desde que se reanudara la competición. Después del fiasco en la segunda parte contra el Extremadura, los blanquiazules no pueden fallar ante otro rival directo en la lucha por la permanencia. El Málaga, pese a sus numerosas carencias y debilidades, deberá exhibir ya su jerarquía para mejorar su trayectoria y encontrar lo antes posible la calma que le pueda ofrecer la zona media de la tabla.

El escaso periodo de preparación de los equipos ha perjudicado algo más a los malaguistas, que cuentan con menos futbolistas del primer equipo, si bien este problema de disponer de sólo dieciocho hombres no tiene ya solución. De ahí que el cuerpo técnico trabaje con vistas a adaptarse a las circunstancias y al rival. En cualquier caso, el equipo blanquiazul sigue disponiendo de un once muy competitivo para la categoría, aunque el estado de forma de algunos de sus hombres todavía no es óptimo ni tampoco pueden disfrutar del descanso que tienen en otros equipos con más 'fondo de armario'.

Es previsible que con el paso de las jornadas, dos cada semana, mejore la forma de algunos de los jugadores, pero también aumentará la fatiga por la concentración de encuentros. La dosificación de los recursos, pese a que sea complicada en este Málaga, se presenta como la única salida para un equipo que todavía sigue claramente fuera de la zona de descenso (los rivales de la parte baja de la tabla tampoco están funcionando bien en los tres compromisos celebrados hasta ahora con este nuevo formato).

Numerosas adversidades

Pellicer ensaya variantes en cada encuentro, pero los resultados siguen sin acompañar. Para colmo, el momento de los cambios tampoco supone ningún respiro, ya que el Málaga reduce muchas veces su nivel cuando sustituye a sus titulares habituales, que a veces deben salir del campo para recuperarse del esfuerzo y jugar tres o cuatro días después. En la parte positiva, sin embargo, hay que destacar el excelente rendimiento de los canteranos. Como se conoce, algunos de ellos son ya fijos en el equipo desde hace algún tiempo, mientras que otros cuentan con minutos para sumar y, de paso, adquirir experiencia en el fútbol profesional.

El equipo blanquiazul y sus futbolistas, de esta manera, deben mostrar su teórico mayor rango que el modesto Lugo. Muchos de los malaguistas proceden de Primera y ahora es el momento de que muestren sus credenciales para salir lo antes posible de una situación como la actual. El estadio gallego, sin embargo, suele ser complicado, aunque la ausencia de público equilibrará lo que se denomina como factor campo. De ahí que el partido de hoy se presente para el Málaga como una oportunidad para resarcirse del pasado más reciente...