El Málaga, ahora o nunca

Llega el gran día, en el que el Málaga se despedirá de La Rosaleda hasta la temporada que viene. Y lo hará de una forma muy especial y trascendente en la ida de la eliminatoria por el ascenso contra el Gimnástic, a partir de las 20.30 horas de este sábado. Será el momento ideal, el teóricamente más factible para cobrar ventaja, para ponerse por delante en busca del único objetivo, regresar al fútbol profesional. Se presenta como la gran oportunidad de superar a un rival fuerte, a la espera del choque de vuelta, a domicilio, siete días después en tierras catalanas.

Para este envite espectacular, a la vez que atractivo, La Rosaleda volverá a llenarse (pueden quedar libres algunos asientos de abonados que no puedan acudir) para arropar al equipo de Sergio Pellicer de principio a fin. Será el momento de los futbolistas y del entrenador, pero el público también interviene de una forma activa con sus gritos constantes de ánimo, como ocurrió en los peores momentos de la anterior eliminatoria. De ahí que los blanquiazules quieran rentabilizar el factor campo favorable del primer encuentro, aunque todo se cierre en Tarragona una semana más tarde.

Aunque no siempre ha brillado esta temporada en los choques de casa, el Málaga lleva varios encuentros en los que ha alcanzado el nivel que buscaba en La Rosaleda. Desde el choque contra el Antequera cambió el rumbo y el equipo, salvo en momentos puntuales de los encuentros, es capaz de superar la presión de un escenario imponente y consigue reaccionar, en su caso, para hacerse con estos objetivos previos, con varios triunfos claves. Así ocurrió, por ejemplo, en la segunda parte ante el filial del Celta. Esta será especialmente clave para marcar esas diferencias. Parece especialmente claro, en cualquier caso, que a estas alturas no se puede fallar. Llega el dilema para el cuadro de Martiricos: ahora o nunca.

Arranca la emocionante eliminatoria final con las vistas puestas en el imprescindible ascenso, algo que también busca un serio contrario que ocupó la segunda posición del otro grupo en la liga regular y ahora contará con la ventaja de jugar en casa la vuelta, y también subiría en el caso de completarse una prórroga en el segundo partido, sin los lanzamientos de penaltis habituales en otros escenarios. Comienza un largo partido de 180 minutos, que pueden ser de 210 si se alcanza ese tiempo extra, con un cierto equilibrio en las fuerzas al tratarse de partidos aislados, sin contemplar aquí lo que podía ser una competición regular.

Analizando a los dos equipos puede aventurarse un juego equilibrado, pero nunca se han enfrentado y podría aparecer cualquier sorpresa en alguno de los dos bandos. La competición cada día es más exigente y decisiva, pudiendo resolverse cualquiera de los encuentros o la propia eliminatoria por los conocidos detalles, aciertos o errores individuales y puntuales que permitan tomar cierta ventaja. Es el momento del atrevimiento de los futbolistas en busca del éxito, como ya comentó el propio Pellicer.

En el plano más deportivo es previsible que el entrenador realice los retoques pertinentes tanto en el once como en la fórmula de juego para que la adaptación al encuentro sea lo más correcta posible. La variación más relevante, con toda probabilidad, estará centrada en la utilización de Galilea en el lugar de Nelson como acompañante de Juande en el centro de la defensa. El gran encuentro del vitoriano tras sustituir al portugués en el anterior encuentro parece suficiente para que se quede ya en el equipo para este encuentro (sólo es una posibilidad). Este puede ser el cambio más relevante, sobre todo porque la mejora fue importante en la segunda parte del encuentro.

Aunque tampoco se pueden descartar otras novedades, si bien el técnico podría darle continuidad al bloque y al sistema, a la espera de acontecimientos. Y Pellicer también reservará algunas de sus bazas para utilizarla más tarde, en la segunda parte o cuando las circunstancias lo aconsejen. Son los casos de los revulsivos, los jugadores más desequilibrantes de la plantilla.

La concentración y el trabajo se prevén como los soportes de un Málaga que deberá estar muy pendiente de otros factores claves, determinantes. Las acumulación de tarjetas en el caso de Roberto o evitar cualquier desajuste en la labor defensiva parecen claves para el encuentro. A partir de ahí será necesario analizar de una forma rápida los problemas y ventajas que ofrece el choque para trasladarlo a los futbolistas en una lucha espectacular en busca de una plaza en Segunda. Arranca la final por el ascenso.

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