Raúl García, delantero revelación de la Liga y principal amenaza del Mirandés

Cada año el Mirandés se renueva casi al completo con jóvenes promesas que llegan desde las canteras de grandes equipos y cuentan con una clara proyección profesional. Esta filosofía ha convertido su realidad en un trasiego de jugadores que no suelen pasar allí más de una temporada y que en su mayoría sacan gran provecho de su estancia como un trampolín en sus incipientes carreras. Un dato muy revelador es que hasta quince futbolistas que pasaron por el club recientemente se encuentran ahora en plantillas de Primera.

Esta fórmula, basada principalmente en cesiones, está resultando ser un acierto desde hace ya tres años, cuando regresó al fútbol profesional para quedarse. Conlleva un gran riesgo y una actividad frenética de la dirección deportiva, pero de momento les funciona y es la forma de sacarle mayor jugo a su escueto presupuesto. En las últimas campañas, el Mirandés ha conseguido la permanencia con holgura a pesar de tener casi siempre la plantilla más inexperta. El vestuario formado para este año cuenta con una media de edad alrededor de los 22 años, por lo que se podría hablar prácticamente de equipo filial.

Al principio de esta temporada generó muchas dudas y hasta las últimas semanas estuvo metido en la lucha por la permanencia, pero desde que consiguió dar la sorpresa venciendo al Levante a domicilio lleva cuatro jornadas seguidas sin perder sumando tres triunfos consecutivos que le permitido pegar un acelerón y salvarse de una del descenso, disipando los nervios de la recta final. Ahora están en tierra de nadie a falta de tres jornadas y su único reto es quedar lo más alto posible en la clasificación de cara a percibir un mejor trozo de la tarta de derechos audiovisuales.

También tienen en su mano la gesta de igualar o superar la mejor clasificación de la historia del club en Segunda División, que fue quedar 8º con 59 en la temporada 14-15. Para inscribir la mejor marca en la historia rojilla, el equipo ha de ganar todos los partidos que quedan por disputarse, así llegaría a las 61 unidades, aunque con 2 triunfos y 1 empate también podría igualar el mejor registro. Unas cuentas que se plantean en el Mirandés coincidiendo con su mejor momento del curso. Ya no sólo por encadenar por primera vez tres victorias seguidas, también lo es por el estado de forma y de confianza que viene demostrando.

Lo analizó el entrenador del Málaga, Sergio Pellicer. «Es un equipo que tiene mucha energía, juventud, es vertical… Son jugadores que en el futuro estarán en primer nivel. Tienen una idea de juego definida y con una estructura de 3-4-3. Pero sobre todo destaco su alegría y que no tiene miedo. Nos deparará un partido de ida y vuelta. Nosotros hemos trabajado en ello para generar más peligro, tener más finalización, ser más agresivos en los repliegues y sin pelota, tras pérdida».

Un claro caso de éxito es el delantero Raúl García, que llega a La Rosaleda con el objetivo de alcanzar los 20 goles. Actualmente es el segundo mejor realizador de la Liga detrás de Uzuni, del Granada, que lleva 22 tantos. A sus 22 años, está afrontando el debut soñado en la élite. Está cedido por el Betis, donde se ha formado, y se ha confirmado ya como una realidad en el fútbol profesional siguiendo los pasos de otros delanteros que pasaron por el Mirandés hace muy poco y ahora están en Primera como son Camello y Riquelme.

El catalán es un delantero de referencia, espigado, que cuenta con 1,92 metros de altura. Esa envergadura le permite destacar en el juego de espaldas a la portería y, por supuesto, de cabeza en el área. Pero no le impide ser ágil con el balón en los pies y con capacidad para jugar al espacio. Considerada una de las perlas de la cantera del Betis, siempre ha tenido una gran relación con el gol. En el club sevillano se frotan las manos con su rendimiento.