El Málaga, un proyecto fallido pese a invertir ya un millón de la temporada que viene

Un presumible fracaso que dejaría caer en saco roto los esfuerzos financieros confiados en una planificación que tenía por objetivo preparar una plantilla para pelear por estar en la zona de promoción y soñar con el ascenso. Bajo este anhelo de prosperidad, de dejar atrás los tiempos de austeridad y supervivencia, los responsables del conjunto malaguista decidieron impulsar su presupuesto tirando de parte de los fondos CVC que en un principio ellos mismos habían reservado para la partida de fichajes de la próxima campaña, la 22-23.

Pero valorando sus posibilidades durante el pasado verano, los dirigentes se lanzaron a redistribuir esos recursos para inyectar casi un millón de euros más, como pudo conocer SUR, en el proyecto de la vigente temporada, restándoselo a la siguiente, que según sus cálculos no se vería afectada a nivel presupuestario con un buen resultado en Liga, incluso en el escenario de no ascender. Es decir, una inversión a futuro, de corto plazo, pero que corre el riesgo de salir mal si la situación deportiva, con el equipo colista, no remonta.

Este movimiento financiero termina por explicar el crecimiento exponencial del límite salarial del Málaga de un año para otro y que le permitió fichar a jugadores cotizados en el mercado, especialmente Rubén Castro, Esteban Burgos, Manolo Reina o N'Diaye. Para hacerle hueco a estos y otros tantos futbolistas (con el fichaje de Lumor la semana pasada se han hecho 14 nuevas incorporaciones), el club logró estirar su presupuesto hasta los 10 millones de euros echando mano de 2,8 millones que salen directamente de sus fondos procedentes del préstamo de CVC, entre otras medidas (la negociación para la salida de jugadores y el cobro de cantidades por acuerdos de cesión, principalmente).

Cabe precisar que de los 10 millones han podido usar 8,5 para salarios de jugadores del primer equipo porque el resto se consideran por LaLiga gastos de la plantilla 'no inscribible', estos son mayormente el coste de los principales equipos de cantera, además de otros especialistas que dan servicio al vestuario. Aún así se trata de un presupuesto que coloca al Málaga en zona de 'play-off' a nivel de cuadrantes económicos, muy lejos de su actual posición labrada en el terreno de juego.

Sin embargo, nadie en el club pensaba en que su apuesta iba a salir tan mal. No se contemplaba una situación tan negativa y que el equipo actual, con los nombres que atesora, iba a protagonizar un inicio de competición tan nefasto. La intención era recuperar la ilusión en torno al club después de sufrir por no descender en el curso anterior y lejos de dejar atrás esta coyuntura, ya se hacen cuentas sobre la permanencia y se analizan posibles cambios que solucionen la papeleta.

Es evidente que el plan no ha funcionado y no tiene visos de transformarse para mejor próximamente, por más que sea esta un clavo ardiendo al que agarrarse. Sin duda, en el Málaga están intentando reanimar un plantel que rinde muy por debajo de su nivel esperado y que no cumple ni con las virtudes que se daban por hechas. Por ejemplo, que se trata de un equipo con jugadores veteranos y con mucha experiencia en otra diferentes situaciones. Se esperaba que aflorase esa jerarquía y personalidad, pero nada de eso se está viendo.

Este es uno de los motivos de frustración de los dirigentes del Málaga, conscientes de la gran apuesta económica que han realizado. Aunque tampoco tiraron la casa por la ventana del todo (podían haber llegado a superar los 3 millones de inyección al tener saneadas las cuentas y rondar una cifra de negocio de 16 millones). Por eso todavía quedan en torno a un millón de euros para el próximo curso y que sería lo último por gastar de la partida de 6,5 millones para fichajes, que supone el 15% de los 44 millones en total recibidos por CVC (la mayoría se destina a la Academia). Esto refleja que la temporada anterior ya hicieron un gasto de 2,4 millones, que tampoco tuvieron sus frutos.