Un Málaga ramplón vuelve a empatar en La Rosaleda y se queda sin la tercera plaza

El partido se convirtió en una montaña rusa tras encajar el Málaga el tanto. El público se mostraba incómodo ante un juego escasamente productivo y vulnerable. El Mérida llegó con el objetivo de sumar, como fuera, y lo consiguió en su lucha por alejarse del descenso ante un rival incapaz de poner sobre el terreno su jerarquía para hacerse con tres puntos que le hubieran permitido superar a un Ibiza en caída. Los malos resultados de algunos de los rivales más directos, una vez más, no han sido aprovechados del todo por el equipo blanquiazul.

Para colmo, se marchó lesionado Ramón después del gol visitante. Todo lo tuvo el cuadro blanquiazul cuesta arriba desde el primer momento, pero pudo conseguir por medio de Dioni, tras una buena acción de Ferreiro, el gol de la igualada. Y también dispuso de opciones para hacerse con el triunfo al final del choque, aunque también disfrutó de alguna el Mérida, sobre todo una con 1-0 todavía por medio de Álvaro Juan, pero nuevamente estuvo Herrero en modo salvador.

Pellicer apostó ya definitivamente por Ramón en el once inicial ante la ausencia de Manu Molina. El jugador procedente de la cantera regresaba así por primera vez al equipo de salida tras su larga lesión, aunque luego aguantaría muy poco en el campo. Y también le dio el lateral derecho a Puga al considerar que las anteriores experiencias fueron negativas. Y el Málaga arrancó mandando, con cierto control sobre el juego y disponiendo de la posesión del balón.

Pero esas sensaciones iniciales se quedaron en nada en un contragolpe del Mérida en el que Busi se adelantó a los centrales para plantarse solo ante Herrero y abrir el marcador. Un claro error de la zaga, sobre todo de Nelson, que se vio superado en un lanzamiento largo del balón. Era la peor noticia para los malaguistas, a los que les cuesta marcar. Los blanquiazules se hicieron de nuevo con el dominio del partido, como era de esperar, pero el cuadro visitante seguía amenazando a la 'contra' y en acciones aisladas.

Sin apenas llegar al ecuador del primer tiempo, otra noticia nefasta: Ramón, la esperanza blanquiazul para los 'play-off', sintió molestias y tuvo que retirarse (está pendiente de pruebas). La secuencia malaguista comenzaba a oscurecerse ante la atenta mirada de un público ya cansado (aparecieron los primeros pitos, sobre todo al retirarse los jugadores al descanso). Pudo enmendar el relato Dioni, que falló en una acción en la que estaba solo ante Juanpa. Y hasta pidieron dos penaltis, sobre todo uno a Ferreiro, pero el árbitro estaba cerca y no lo consideró.

El atasco del equipo iba en aumento, sin la profundidad necesaria para disponer de oportunidades, y con una mínima consistencia en un centro del campo incapaz de encontrar las vías de entrada a la meta contraria. Un Málaga casi desesperado necesitaba el descanso y así ordenar las ideas para una segunda parte determinante, crucial para mantener el ritmo de los de arriba y también para mejorar las sensaciones y ganar confianza.

En la reanudación, más de lo mismo: dominio local sin oportunidades y con poca profundidad ante un rival que tuvo muy pronto la ocasión para marcar el segundo, pero Alfonso Herrero estuvo otra vez colosal y neutralizó una acción que podía hacer imposible ya cualquier reacción. Poco a poco el Málaga se iba volcando sobre la meta contraria, pero sin gran acierto, poca pegada y los recursos mínimos. Larrubia disparó dos veces con peligro y Ferreiro tuvo otra opción de gol en un disparo cruzado. Y en otra oleada de ataques blanquiazules llegó el ansiado empate en una jugada de Ferreiro, el más directo y desequilibrante, que culminó Dioni, que lo celebró muy especialmente.

Comenzaba otro partido de media hora en busca de un triunfo que era vital para el Málaga. Tras un periodo de cierta calma, seguía el acoso a la meta de Juanpa, con una nueva ocasión de Genaro. El Mérida, además de perder tiempo también con el empate, apretó los dientes en defensa con un juego más brusco en el centro del campo para frenar la zona de creación blanquiazul. Llegaron algunas opciones y a Dani Sánchez le anularon un gol por un fuera de juego muy ajustado.

Todavía hubo tiempo para alguna oportunidad más, pero al final se consumó otro empate ante el malestar del público, que gritaba contra el administrador y Pellicer desde el Fondo Sur. Otra gran ocasión perdida para un Málaga que no encuentra su camino para llegar en óptimas condiciones a los 'play-off'.