Jozabed y Febas se hacen con el timón del Málaga

Aunque los avances no sean todavía los deseados –como el propio entrenador admite con su frase «vamos dando pasos hacia lo que queremos»–, el Málaga ha recuperado dosis de juego. No pasa de ahí porque falta cierta regularidad y el control de la pelota se reduce a ciertos tramos, como los primeros quince minutos de la segunda parte frente al Cartagena y también algunas fases con posesiones más largas en la visita al Amorebieta en Lezama. Sin embargo, es innegable que la capacidad asociativa ha mejorado con la inesperada presencia de Jozabed más atrasado y con Febas más liberado para explotar su virtud de superar líneas.

En el caso de Jozabed bien se podría recurrir a esa frase que ya ha inmortalizado el histórico consejero consultivo malaguista Abdallah ben Barek («si tú estás bien, yo estoy bien») porque desde la llegada del sevillano al equipo las mejores etapas han coincidido con la aportación al juego por parte de este futbolista que no es estrictamente ni un segundo punta ni un organizador ni un medio de contención. Eso sí, en cuanto él está en contacto con el balón con cierta frecuencia durante un encuentro, el crecimiento del Málaga es evidente.

Jozabed tuvo que dar un paso atrás frente al Cartagena en un movimiento claro de Natxo para tener una salida de la pelota más ‘limpia’ y su rendimiento creció para bien del colectivo. Y seis días más tarde, en la visita al Amorebieta, tuvo que asumir una función incluso más inusual, como ‘6’ (en el papel del sancionado Escassi), con relativo éxito. Su presencia bastó para evitar la tentación de caer en el juego directo, en pelotazos sin sentido por las cualidades del rival, pero además también supo adaptarse a un rol táctico de más enjundia.

Es innegable que junto a Jozabed se observa la clara progresión de Febas. Conviene no olvidar que la llegada del ilerdense obedeció a la petición del anterior entrenador, José Alberto López, respecto a la necesidad de tener «más juego». Después, el azar quiso que el sustituto del asturiano fuera Natxo González, que conoce como pocos al centrocampista tras haber coincidido en el Zaragoza.

Febas no estuvo de salida en los planes del actual técnico, probablemente porque este aguardaba a que alcanzara más ritmo, y al juntarlo con Jozabed frente al Cartagena se antojaba que la apuesta iba a consistir en que ambos actuaran como interiores en un 4-1-4-1, el sistema que casi llevó al ascenso al Zaragoza de la mano del vitoriano. No fue así porque el sevillano lo hizo más retrasado mientras que el fichaje de invierno se movió por delante.

La confianza de Natxo González en Febas es total y la mejor respuesta del futbolista ha sido su claro crecimiento en los dos últimos partidos para armar no tanto el juego como sí las acciones de ataque. Da la sensación de que el medio cedido por el Mallorca se complementa a la perfección con Jozabed. Y esa es la mejor noticia para el Málaga: contar con elementos que se hacen con el timón.