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El Málaga ya camina sin red. Penalizado de forma evidente por los empates (seis en las últimas ocho jornadas), se presenta sin margen de error en el Nou Estadi. No es excusa ya que el rival sea una especie de 'matagigantes', después de ... ganar recientemente al Albacete (1-0, in extremis) o de empatar en Riazor (1-1). No es excusa la igualdad de la categoría, ni la necesidad acuciante de un contrincante situado a ocho puntos de la zona de permanencia y que saldrá a tumba abierta. No es excusa tampoco que el cuadro que dirige Muñiz llegue con muchas bajas, con una convocatoria desnivelada (con cinco extremos, pero sólo dos puntas y tres medios centro).
A doce jornadas para el final (aunque el Málaga sólo disputará once encuentros, pues le queda medirse al Reus) y cuando el equipo ha cedido ya una renta que puede ser definitiva respecto al segundo (de seis puntos), no caben más fallos. Peligra seriamente el ascenso directo, pero ya tambien jugar el 'play-off', con el Cádiz y el Mallorca, sexto y séptimo, respectivamente, y que juegan horas después y como locales, a una amenazadora distancia de tres puntos.
El Malaga no va a cambiar su estilo de juego, como ya previno el viernes Muñiz en su rueda de prensa. «Si vas a una presión alta y duradera en el tiempo el partido es muy largo para mantenerla. No puedes salir a que haya un 8-7 o un 7-8 en el marcador. Para jugármela todo a una voy al casino», argumentó con claridad el gijonés, pero lo cierto es que a estas alturas de la temporada al aficionado le cuesta ver a un equipo que sale al campo bien armado atrás, a no cometer errores y a tratar de aprovechar las contadas ocasiones de gol que se le presentan.
Su buen bagaje defensivo (que no infalible), con 22 tantos encajados, no termina de rentabilizarse con esos 'pírricos' 31 goles a favor, que dan un promedio casi exacto de una diana por encuentro. El margen de error es así más exiguo si cabe. El problema de la ecuación está en el segundo término. El Málaga no ve puerta con facilidad. Tampoco llega mucho. Y los delanteros no mojan. Así las cosas, su propuesta de juego en el fondo es lo más parecido a una ruleta rusa. Supone abocarse a un escenario con muy pocas oportunidades claras suyas y de su rival, en este caso un Gimnàstic que apenas tiene nada que ver con el que sacó la bandera blanca de rendición en La Rosaleda casi desde el minuto 1 al 90 (2-0).
El club catalán hizo nada menos que diez fichajes invernales, los de Josema, Noguera, el exmalaguista Mikel (baja hoy al estar concentrado con Venezuela, con la que derrotó el viernes a la Argentina de Messi), Imanol García, Pipa, Barrada, Cotán, Thioune, Palanca, Sadik. Cuatro de ellos al menos se perfilan como titulares hoy, con un 5-3-2 (un 3-5-2 en ataque ). Por contra, Muñiz saldrá con cuatro atrás, pero la duda es si eligirá a Erik Morán o a Harper de salida, para quedarse sin medios centro o sin puntas en el banco.
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