Lumor, durante un entrenamiento con Bustinza detrás. mariano pozo

¿Para qué ha venido Lumor al Málaga?

El ghanés, fichado como apuesta de Mel para el lateral izquierdo, aún no se ha estrenado en su teórico puesto pese a la nula aportación ofensiva por esa zona

Lunes, 7 de noviembre 2022, 13:24

A menos de un cuarto de hora para el final del partido frente al Sporting los últimos revulsivos de Pepe Mel iban a ser... Juanfran ... y Javi Jiménez. Es decir, los laterales que se habían ganado a pulso la suplencia tras su muy escasa aportación y su calamitosa actuación en Cartagena. Pero, justo cuando estaban preparados para salir, sufrió un pinchazo Loren y entonces se optó por elegir a Fran Sol en lugar del '3' titular del equipo. ¿Y dónde estaba Lumor, el supuesto refuerzo para el costado izquierdo de la defensa? Pese a la nula presencia ofensiva por esa zona, el ghanés no estuvo siquiera entre los que más calentaron en la banda, ya como una opción residual. Probablemente un elevado porcentaje de los 17.000 malaguistas presentes en La Rosaleda se hicieron la misma pregunta: ¿para que ha venido Lumor?

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Que el Málaga tiene un serio problema en los laterales es una cuestión que ya a comienzos de agosto apuntó este periódico. En la derecha el club presentó a bombo y platillo a Juanfran como «el mejor lateral derecho de la liga turca» (sorprende, por tanto, que viniera con la carta de libertad...) y fichó como teóricos recambios del madrileño a dos futbolistas sin proyección ofensiva y que han evolucionado en su carrera a centrales (Ramalho y Bustinza). Y en la izquierda el director deportivo, Manolo Gaspar, y el entonces entrenador, Pablo Guede, se empecinaron en arrancar con Javi Jiménez, cuyas evidentes carencias chirriaban en un proyecto supuestamente ambicioso, y con Víctor Olmo, que en la recta final de la pasada Liga se hizo con la titularidad sin excesivos alardes.

Déficit evidente

Entre las numerosas carencias del Málaga en el primer tercio del campeonato –tanto con Guede como con su sustituto, Pepe Mel– destaca sobremanera el déficit en los laterales, piezas básicas en el desatoro ofensivo en el fútbol moderno. O no tan moderno, porque fue 'Boquerón' Esteban quien lo predijo a finales de los 80, cuando todavía estaba en activo en el Málaga. «Cada vez hay menos espacios en campo contrario, así que el factor sorpresa va a estar ya en los laterales», pronosticó el veleño. Y en una plantilla confeccionada casi sin extremos por Manolo bajo la dirección deportiva de Guede cobra más importancia el papel de los laterales, pero hasta el momento ha sido intrascendente.

Frente al Sporting Mel eligió a Bustinza, diestro y nada ofensivo, y después iba a utilizar de revulsivo a Javi Jiménez

Aunque las dudas sobre Víctor Olmo fueron en aumento durante el verano y casi se tornaron certezas tras la hecatombe en la segunda jornada, en casa frente a Las Palmas, fue tras la grave lesión de rodilla sufrida por el jerezano cuando comenzó la búsqueda a toda prisa de un lateral izquierdo. De salida el mercado no ofrecía excesivas alternativas, así que se optó por someter a prueba a Lumor, un trotamundos ghanés conocido en España tras su efímero paso por el Mallorca.

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El debate interno sobre la conveniencia de contratar a Lumor existió durante varias semanas. El propio Mel no escondió desde el principio que, al margen de ciertas carencias tácticas, el futbolista africano era una opción que le gustaba por sus virtudes ofensivas. El visto bueno a su incorporación correspondió al entrenador. ¿Y cuál era la postura de la dirección deportiva? Inicialmente se prefería cierta prudencia en este movimiento, pero la trayectoria del equipo y el pobre nivel de Javi Jiménez llevaron a sumarse al aval del preparador madrileño.

Las carencias tácticas de Lumor ya eran conocidas y sorprende que no se le utilice ante la necesidad del equipo y sus limitaciones ofensivas

No obstante, a la hora de la verdad Lumor no cuenta para el puesto de lateral izquierdo. El argumento de que es un futbolista frágil en defensa se cae por su peso. Primero, porque ya se conocían sus virtudes y defectos, y segundo, porque la prioridad del Málaga en su agónica situación es ganar partidos, no conformarse con el empate. Disponible en los tres últimos partidos –frente al Oviedo aún no estaba toda la reglamentación en regla–, su única actuación se produjo en Cartagena... como extremo. Poco hábil con la pelota, apenas encaró y fue sustituido en el descanso por Cristian.

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El domingo, frente al Sporting, Mel prefirió utilizar en el lateral izquierdo a Bustinza, diestro y sin capacidad ofensiva, pero llamó más la atención que con el marcador en contra y con Cristian muy solo en la izquierda para crear peligro no sólo no recurriera a Lumor, sino que además casi ni calentara. La pregunta es obvia: ¿para qué ha venido al Málaga?

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