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En un año el potencial del Málaga para reforzar su equipo ha mejorado en un millón de euros. Según pudo conocer este periódico, el club parte este verano con un presupuesto de 3,2 millones para pagar los salarios de jugadores y técnicos de ... su primera plantilla. Como ya es de sobra conocido, este margen viene impuesto por el control económico de LaLiga, que mantiene una monitorización permanente sobre las cuentas de los equipos de Primera y Segunda.
Este crecimiento de casi el 50% (hace un año, en su peor momento, su tope de gasto ascendía a 2,2 millones) es fruto de la política de austeridad llevada a cabo en el Málaga desde que se vio obligado el verano pasado a ser el primer equipo de fútbol en despedir a jugadores mediante un ERE. Un precedente que curiosamente se plantean seguir ahora algunos clubes en apuros, como el Deportivo y el Girona.
Ese momento límite ya se vivió en las oficinas de La Rosaleda, donde sólo se piensa en ir consiguiendo nuevas pequeñas conquistas en forma de ingresos y reajustes para seguir elevando su partida de gasto. De hecho, el Málaga parte con 3,2 millones porque desde el club siguen trabajando para hacer crecer este techo de gasto en las próximas semanas y así tener algo más de músculo en el mercado, ya que, por más que haya recuperado la credibilidad del sector (LaLiga, jugadores, clubes y representantes), el poder económico sigue prevaleciendo a la hora de fichar.
Con 13 jugadores con ficha del primer equipo en estos momentos se calcula que alrededor de dos tercios del presupuesto están ya cubiertos. Y en este punto cabe añadir que, como ya contó SUR, un gran número de jugadores que ficharon o renovaron su contrato durante la temporada pasada –que fue una época de máximos recortes–, cuentan con una cláusula automática para aumentar sus emolumentos hasta en un 30% en algunos contratos. Eso sí, la mayoría de estas subidas de sueldo son en un porcentaje más inferior.
En conclusión, la asignación de 3,2 millones de presupuesto viene a refrendar la dinámica de crecimiento que han ido transmitiendo desde el Málaga en los últimos meses. Un positivismo medido porque, a pesar del paso adelante, el club seguirá siendo uno de los equipos más pobres a nivel económico de su categoría, donde ya el curso pasado fue el que menos dinero tuvo con diferencia.
Esta situación refleja que, aunque para contadas operaciones la entidad reserva un gran esfuerzo económico para aspirar a jugadores que eleven el nivel medio de la plantilla, la mayoría de las otras incorporaciones (quedarían entre 7 u 8 fichajes más) seguirán siendo en condiciones cercanas al salario mínimo y siempre a coste cero. Es decir, jugadores libres o cedidos.
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