El 'efecto Guede' pone la permanencia a tiro para el Málaga

La victoria contra el Leganés, la más abultada de la temporada en Liga (también vencieron 0-3 en Copa contra la Peña Sport, de Segunda RFEF), permite al conjunto malagueño mantenerse con la misma ventaja de siete puntos sobre el descenso al neutralizar el triunfo del Amorebieta contra el Mirandés (1-0) esta misma jornada. Esto despeja el tramo final del torneo para el Málaga, que vuelve a celebrar tres puntos de una tacada después de un mes y medio (la última vez fue contra el Amorebieta).

Además lo hizo con un resultado rotundo y una gran imagen, lo que se traduce en que la plantilla sale muy reforzada en cuanto a confianza y autoestima, algo que se había perdido por completo semanas atrás. Ahora se ven capaces de superar a un Leganés que aunque no está cumpliendo sus objetivos de ascenso es uno de los equipos diseñados para estar en la parte alta de la competición. Y se confirmó que la mejora de hace una semana no es flor de un día.

De nuevo, el éxito del Málaga con Guede se basó en un planteamiento táctico muy claro, como ocurrió en el empate contra el Valladolid de la semana anterior. Esto permite que cada jugador entienda su cometido y lo aplique de la mejor manera posible. La sensación de bloque con la acumulación de jugadores en el centro del campo que dispuso Guede fue clave para asentarse durante la primera parte. Y a la mínima grieta, falta y amarilla.

Volvió a quedar patente en Butarque el cambio de mentalidad que ha provocado el desembarco del nuevo entrenador al vestuario. Jugadores que estaban en el ostracismo han vuelto a brillar. Ramón y Antoñín, principales novedades en el once, cumplieron con nota, por ejemplo. Hasta Sekou, que no jugó los tres encuentros anteriores, volvió a marcar un gol (el tercero de la temporada) después casi cuatro meses. El último fue frente al Eibar en diciembre.

Dani Martín, con un paradón clave tras el 0-1; Escassi, que secó a Bautista; o Víctor Gómez, dueño de la banda derecha, fueron otras de las destacadas actuaciones de un plantel que vuelve a entusiarmar bajo la intensa gestión de Guede, que vive los partidos en cuclillas desde el área técnica de su banquillo. El argentino ha caído de pie en su regreso a la disciplina blanquiazul y no olvidará su primera victoria con técnico del Málaga.