El jeque Abdullah Al-Thani, en La Rosaleda. SUR

El Málaga… «¡Y una leche!»

Las cosas de Cañete ·

Pepe Hernández, Manolo Rincón y Antonio Jesús López Nieto, tres caballeros del deporte a los que Málaga les debe un reconocimiento

Martes, 12 de noviembre 2019, 00:13

Por lo apreciado, el propietario del club continúa cortocircuitando la marcha. Con su negativa actitud logra impedir que un proceso normal siga adelante. Por otra parte, el entrenador y la plantilla están encantados con el flamante director general, Shaheen. Y me pregunto: ¿Por ... qué y para qué? Todos, absolutamente todos los que han vestido el cargo han terminado peor que mal con el todavía propietario y presidente de la entidad. Primero los nombra, para defenestrarlos después. No hay que hacer memoria para repasar casos y cosas de los que han sido acusados estos «responsables». ¡De vergüenza! Conste que alguno lo ha hecho fenomenalmente. De momento, Shaheen ha caído bien. Al-Thani, si no se larga pronto, lo devorará. El referido director general está predestinado a 'Darse una leche' en su trabajo. Al tiempo.

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Ya que he mencionado la sustancia líquida de las hembras de los mamíferos, los seguidores del Málaga se han pegado una serie de 'leches' en sus sentimientos. Los invisibles golpes enviados desde Catar son tan seguidos como dolorosos. Claro que los aficionados repiten: «...Y una leche» cuando le dicen que el mandamás va a continuar a pesar del rechazo de Málaga entera. O cuando termina un partido tan malo como el del pasado domingo. Eso es lo que hay.

Buena la actitud de BlueBay con respecto a los cataríes que pretenden comprar las acciones. Esperamos que ese producto blanco y en botella al que nos hemos referido, no se agríe. A modo de consuelo, ante tantos despropósitos del mismo 'sieso manío', el futuro del Málaga se redondearía si el grupo interesado realiza la operación, y en el seno del cuadro de dirigentes incluyeran algunos malagueños que aman el deporte y a nuestro club representativo. Ahí van tres nombres: Pepe Hernández, Manolo Rincón y Antonio Jesús López Nieto. El trío cuenta con méritos más que sobrados para trabajar duro y positivamente por la entidad. Pepe Hernández, responsable de que su firma comercial, Tesesa, esté en una cota de privilegio en el mundo comercial.

Es, además, patrocinador de los blanquiazules. Siente estos colores como el mejor hincha. De Manolo Rincón sólo hay que mencionar la ayuda económica que ha prestado –y continúa– a más de dos decenas de clubes del deporte malagueño. Rincón es un mecenas de categoría que pregunta poco y hace mucho al inyectar importantes cifras de euros porque, por encima de muchos intereses, se lo merecen Málaga y su deporte.

De López Nieto, Antonio Jesús, sólo puedo decir que por su inteligencia y conocimientos ocupa un cargo de privilegio en el fútbol español. Primero, como árbitro figura entre los más sobresalientes de la historia de los colegiados, y en la actualidad es tan respetado como necesario para los dirigentes. Al margen de que esta idea pueda cuajar, me asalta otra interrogante: Málaga le debe un gran reconocimiento a estos tres deportistas. ¿Para cuándo?

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Se presentó el Fuenlabrada en La Rosaleda después de un respetuoso silencio en recuerdo del inolvidable Fito Vilanova. Menos público del habitual en el campo de Martiricos. En el cuadro local, varias bajas por lesión y alguna por decisión del entrenador, como la de Keko, al que antes de la lesión le habíamos visto como nunca desde que llegó al Málaga. Mediado el primer tiempo se retiró Renato, por el que entró un centrocampista. El partido, desde que comenzó, demostró la calidad de esta categoría. Resultó malo de solemnidad, aburrido, frío como la tarde, con un hartazgo de pases horizontales en defensa. Este tipo de juego aburre al más optimista. Que el Málaga no tiene gol lo saben hasta en otro continente, pero hay que reconocer que su juego no tiene verticalidad. Tras el tostón nos tomamos un respiro de ilusión en el descanso. A continuación los locales mejoraron, sobre todo por la banda derecha. La ausencia de Renato permitió a Cifu profundizar por su zona. Dos oportunidades se le escaparon a los de Víctor. Total que el Málaga, con sus carencias, batalló. Los del Fuenlabrada, a los que llaman la revelación de la Liga, no pasaron de la vulgaridad. Encuentro para olvidar deprisa. ¡Que leche!...

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