El Málaga incumple sus objetivos básicos

La etapa que se abrió con la llegada del nuevo entrenador sigue sin ser todavía positiva. No se produjo ningún efecto ni revulsivo al comienzo, como suele ocurrir en otras ocasiones, mientras que se esperaba que el crecimiento se advertía se consolidara, algo que no está sucediendo. Desde que el preparador vitoriano se hizo cargo del banquillo blanquiazul, el equipo ha disputado ya ocho encuentros, logrando un solo triunfo, el alcanzado en Lezama contra el Amorebieta. Empató en tres ocasiones, mientras que la mitad de estos compromisos, cuatro, los perdió. El balance, de esta forma, también está por debajo de las previsiones y de las necesidades, incumpliéndose los planes y las metas en este último tramo de la competición.

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Siete puntos de ventaja

La gran suerte del Málaga en esta última etapa hay que buscarla en la respuesta que están dando los equipos que vienen por la parte de abajo, los perseguidores, que tampoco han sido capaces de sumar mucho más. Esto ha permitido que las diferencias en este momento se mantengan en los siete puntos, algo que considera una pequeña garantía a falta de treinta por disputarse en las diez jornadas que restan del campeonato. Una trayectoria algo mejor hubiera permitido al Málaga distanciarse ya de una forma definitiva de la zona de descenso. Es evidente que ha desaprovechado esta gran oportunidad de los enfrentamientos directos, por lo que se mantendrá el sacrificio y la incertidumbre tanto para el equipo como para la afición en busca de la tranquilidad definitiva, a la espera de que la campaña que viene pueda ser mejor.

La falta de gol semana tras semana está siendo la principal clave de un equipo que a veces ofrece buenas sensaciones, pero que es incapaz de mantener el mismo nivel hasta el final de los encuentros. En Fuenlabrada, por ejemplo, completó una primera parte esperanzadora, pero no acertó a adelantarse en el marcador en las ocasiones que dispuso, que fueron varias, si bien en el segundo periodo fue superado por el rival hasta adelantarse en el marcador. Luego la reacción malaguista llegó en los últimos instantes, algo tarde, y tampoco le sirvió para transformar sus opciones, lo que lo llevó a sufrir otra derrota dolorosa, en el campo de uno de los perseguidores. Quizás hubiera sido más justo el empate, pero la falta de pegada de los malaguistas sigue siendo un asunto preocupante.

Ahora se queda en una plaza parecida en la clasificación y a siete puntos del descenso, pero con un calendario exigente que lo obligará a echar el resto en las diez jornadas que quedan para mantener o ampliar esta ventaja. El Málaga dispone ya de todos sus delanteros en condiciones de jugar, pero el rendimiento del ataque no está siendo el adecuado. La bajas, sin embargo, sí sacuden a la retaguardia, aunque el equipo está 'salvando los muebles' nuevamente con la aportación de los canteranos, en este caso la de Andrés Caro, que disputo el anterior encuentro como pareja de centrales junto a Lombán y volvió a cumplir perfectamente, sin grandes inconvenientes.