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Siempre que a Javi Gracia (ahora en el Al-Sadd catarí) se le pregunta por el mejor partido del Málaga bajo su dirección recuerda aquel ... 4-0 contra el Rayo Vallecano a finales de octubre de 2014. Aquella mañana, con La Rosaleda plagada de niños por iniciativa de la Diputación, el equipo blanquiazul acogotó a su rival, entrenado por Paco Jémez. Hoy comparece en Martiricos el Ibiza, casi recién cogido por el técnico cordobés nacido en Las Palmas, así que el análisis de aquel encuentro bien podría valer para saber cómo encarar el envite de esta noche (21.00 horas, Movistar LaLiga2) para acabar con esa racha adversa como local que incluye dos derrotas (frente al Amorebieta y al Leganés) y un empate in extremis (contra el Sporting).
Cinco meses después, el Málaga sigue a la búsqueda de un estilo definido, justo lo que parece haber encontrado el Ibiza en sus dos únicos encuentros de la mano del que fuera central. Es cierto que los diversos contratiempos –empezando por la grave lesión de rodilla de Luis Muñoz y concluyendo con la testimonial aportación de sus dos delanteros– han supuesto un enorme obstáculo, pero a estas alturas sólo cuenta con un triunfo por más de un gol... y porque el 2-0 ante el Girona llegó en el minuto 94.
Durante el primer trimestre el Málaga, una caricatura casi siempre a domicilio, se sostuvo merced a su firmeza en La Rosaleda y compensó su falta de gol con una combinación de solidez y eficacia. Y ese parece el reto a muy corto plazo para el conjunto de José Alberto, cuyos tres últimos tropiezos en Martiricos han hecho olvidar demasiado pronto su capacidad para tumbar a dos rivales de empaque, Tenerife y Las Palmas, en sendos compromisos consecutivos como local.
No es desde luego el Ibiza un visitante cómodo. Con Juan Carcedo primero y con Paco Jémez ahora, se le ha visto más desenvuelto lejos de Can Misses hasta el punto de que hoy por hoy es el cuarto mejor a domicilio de la Liga y, lo que resulta más llamativo, sólo ha perdido en dos salidas, a Eibar y Cartagena. Eso sí, en demasiado poco tiempo ha sufrido una evidente transformación, de equipo compacto y bien trabajado a otro con más desparpajo y hambre de gol. En los dos encuentros con el nuevo entrenador ha acumulado ocho dianas, tantas como en las 12 jornadas anteriores.
Vista esa capacidad del rival, el Málaga necesita recuperar las virtudes que adornaron su última victoria en casa, frente a un Las Palmas que también brilla más por su capacidad ofensiva y al que le hizo daño con una presión más adelantada. A estas alturas no supone un secreto que los equipos de Paco Jémez huyen de rifar la pelota y que apuestan por la salida desde atrás y por defender no muy lejos de la divisoria, así que, a partes iguales, esta noche le tocará al equipo blanquiazul, según el momento, ir a buscar al Ibiza a su campo o mantener las líneas juntas si se necesita optar por el repliegue intensivo.
La gran dificultad para el Málaga estriba en blindarse esta noche dada la falta de un medio de contención. A la baja obligada de Escassi se ha sumado la lesión de rodilla de Genaro, por lo que queda la duda sobre si el técnico recurrirá a una pareja de futbolistas tan técnicos como de físico liviano (Ramón y Febas), preferirá reforzar la medular con un tercer hombre para jugar con un solo punta o si repetirá el experimento de Cufré (ya empleado en Majadahonda). Desde luego, sin solidez será más complicado superar al Ibiza.
2 Derrotas ha sufrido el Ibiza a domicilio en lo que va de temporada y gracias a ello se ha mantenido lejos del descenso. Es el cuarto mejor visitante de la Liga, con cuatro victorias, cinco empates y sólo dos partidos partidos, en Eibar (3-1) y Cartagena (5-1).
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