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Nuca pudo pensar Pablo Guede, un malaguista de siempre, que existiría tanto clamor entre los aficionados por su salida del equipo blanquiazul poco más de un mes después de que arrancara el campeonato (seis partidos disputados). Pero los malos resultados, las sensaciones escasamente ilusionantes y ... los desajustes que exhiben los jugadores en los partidos han puesto a los seguidores en contra del preparador argentino, al que culpan de no haber sido capaz de cumplir con las altas expectativas con las que arrancaba el cuadro de Martiricos la competición (se habló desde el primer instante de la posibilidad de buscar el ascenso). La frustración, además, va en aumento y el malaguismo pide cambios en el lugar más habitual, en el banquillo.
El encuentro de Tenerife del lunes, pese a ser diferente a los anteriores, sirvió para añadir un eslabón más a una cadena cada vez más larga de decepciones. La afición malaguista esperaba a un Málaga intenso y dominador en tierras canarias, pero todo siguió igual y recibió el primer gol poco después del cuarto de hora de encuentro. Ahí parecían sepultados los planes de recuperación del equipo, aunque después igualara el juego y el marcador, lo que abría en cierto modo una esperanza que era insuficiente para cambiar la idea sobre el entrenador. Pero después fue imposible que llegara la confirmación por la doble amarilla a Bustinza que dejó al Málaga en inferioridad con más de media hora por delante. Luego llegaría el penalti inexistente e incomprensible, aunque este grave error arbitral no compensó la inercia negativa del equipo ni cambió el concepto negativo sobre el choque de los malaguistas.
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Los aficionados contrarios a Guede, a través de las redes sociales, mostraron inmediatamente sus deseos de que el cambio del entrenador sea inmediato, a la sexta jornada del campeonato (la petición de salida viene de atrás). En anteriores partidos en La Rosaleda, incluso, se escuchaban ya los gritos en contra del técnico por la mala imagen del equipo blanquiazul y los resultados adversos. De hecho, el técnico no ha conseguido todavía el triunfo en casa desde que se hiciera cargo del equipo la campaña anterior, a falta de ocho encuentros para la conclusión del campeonato. El Málaga es ahora penúltimo, con un triunfo y cinco derrotas en los compromisos disputados.
De ahí que desde el club se esté sopesando ya qué hacer y, sobre todo, cuándo. El propio Guede comentó tras el partido que vería normal que fuera destituido, pues la situación se sigue complicando y las decisiones de los clubes suelen ir siempre en la misma dirección. Es cierto, sin embargo, que la salida del técnico en este momento, tan pronto, trastoca el proyecto de una forma importante y profunda. La plantilla está confeccionada con la colaboración del técnico, adaptándose los fichajes realizados a las necesidades de su fórmula de juego y a sus pretensiones tácticas. De ahí que hayan llegado muchos jugadores para el juego interior y muy pocos para los extremos, aunque algunos de ellos se puedan adaptar a estas posiciones.
La jornada de este martes, de esta manera, será larga en el club de Martiricos. La expedición, sin embargo, llegará por la tarde a Málaga. Los jugadores se entrenan en tierras canarias para partir después en un vuelo de regreso. En principio, la plantilla no tendrá descanso esta semana, pues volverá a jugar el sábado, en este caso en La Rosaleda contra el filial del Villarreal. Este partido se celebrará a las 18.30 horas. Antes habrá novedades: el cambio del entrenador o un apoyo más claro y directo del club al técnico...
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