El Málaga convence en vísperas de su debut liguero

Dio mucho de sí el primer tiempo, en el que el Málaga arrancó mucho más metido y sin dejar salir demasiado al Córdoba gracias a una buena presión con el habitual 4-1-4-1 de Pellicer, en el que Manu Molina hacía de hombre escoba por detrás de los juveniles Izan Merino y Aarón Ochoa. Además, los de Pellicer cobraron ventaja enseguida, gracias al tanto del jugador más inspirado en esta fase de preparación. La buena relación con el gol no ha caracterizado hasta ahora la progresión de Larrubia, pero ojalá este sea el año para dar un paso adelante. El canterano tuvo algo de fortuna con un primer rechace favorable, pero luego recortó de zurda y ejecutó de derecha a Marín. Su segundo gol este verano.

Sin embargo, con el paso de los minutos el Córdoba empezó a asomar, y con buenas opciones. Primero, en un tiro muy lejano pero potentísimo de Isma Ruiz, que pasó muy cerca del poste; después, en una doble acción de Albarrán, que remató al palo desde la frontal y llegó al rechace, cuando ya se le echó encima Herrero. Y también muy clara fue el disparo de Ander Yoldi cerca del intermedio, de nuevo con lucimiento del toledano. El Málaga salía airoso.

El encuentro se jugaba con un ritmo ya más parecido el que puede deparar el arranque de la competición, y los blanquiazules, bien armados ante el 4-4-2 rival, también tuvieron la oportunidad para el 2-0 en las botas de Baturina, que buscó el hueco maniobrando ante Sintes, pero chutó fuera. No estuvo demasiado participativo el croata, pero el Málaga ha de tener claro que una buena temporada suya pasa también por tenerle bien surtido de balones y conectado con los volantes.

El Málaga cambió a todo su once tras el descanso, salvo su portero y Ochoa, lo que supuso el debut de Lobete (partió desde la banda derecha, pero pronto se marchó, para quedarse, en la izquierda) mientras que el Córdoba aguardó a la hora de partido para introducir siete cambios. Quizás por eso el ritmo de juego fue más lento en la reanudación del partido, con las huestes de Pellicer defendiendo ahora con un 4-4-2, con Juanpe y Sangalli como cinturón defensivo por delante de Murillo y Galilea. Pero pronto se desataron las hostilidades, en la tercera parada salvadora de la tarde de Herrero, en un cabezazo de Jacobo, y una fenomenal cabalgada de Antoñito Cordero, con un duro remate al larguero, en su segunda recuperación casi seguida en campo contrario.

Se impuso se una forma más rotunda el Málaga en el segundo tiempo, con el segundo gol, de Juanpe (uno de los que ha crecido respecto a lo visto meses atrás), tras una brillante acción de Ochoa por la línea de fondo, y pudo llegar el tercero en una parada de Marín, en dos tiempos, con la pelota rebasando en parte la línea de meta tras un violento remate de Dioni.