Secciones
Servicios
Destacamos
Suma y sigue, sin importarle las adversidades. El Málaga mantiene su pleno de victorias tras cuatro jornadas celebradas. El equipo blanquiazul funciona como un reloj. Es una máquina de precisión pensada para ganar, aunque sea por la mínima, capaz de encadenar un partido tras ... otro con la máxima eficacia tanto en ataque como en defensa. Consigue desarbolar a los rivales y después tiene potencial sobrado para defenderse de ellos, como hizo ayer una vez más. Es la adaptación perfecta a la categoría, a una Segunda complicada y compleja.
Málaga
Kieszek; Cifu, Luis Hernández, Pau Torres, Ricca; Ontiveros (Juankar, m.55), Lacen (Boulahroud, m.80), Adrián, Mula (Hicham, m.82); Gustavo Blanco y Harper.
1
-
0
Tenerife
Dani Hernández; Luis Pérez, Jorge Sáenz, Carlos Ruiz, Camille (Borja, m.77); Joao Rodríguez (Suso, m.42), Acosta, Milla, Naranjo (Montañés, m.59); Malbasic y Nano Mesa.
gol 1-0, minuto 35: Gran jugada del canterano Ontiveros, que descompuso a la defensa rival en una jugada individual y pasó el balón en profundidad para que Blanco marcara el tanto de la victoria malaguista con un golpeo magistral al que no pudo llegar el portero visitante.
árbitro Bikandi Garrido, del Comité Vasco. Amonestó a Lacen, Adrián, Juan Carlos, Ontiveros, Luis Pérez, Acosta y Suso.
incidencias Partido correspondiente a la cuarta jornada de LaLiga 1/2/3, diputado en el estadio de La Rosaleda ante 15.408 espectadores.
En esta ocasión un golazo de Blanco, el segundo, fue suficiente para que el Málaga se deshiciera de un Tenerife que apenas dispuso de un par opciones para marcar. Este tanto elaborado por Ontiveros y espectacularmente ejecutado por el delantero argentino dio el triunfo final a un Málaga con cuatro bajas destacadas. Y no necesitó más para seguir líder en solitario, dominando la categoría con doce puntos sumados en un arranque espectacular. Y todo ello con un mal árbitro en el campo, Bikandi Garrido, y sufriendo algo menos que en anteriores encuentros en un estadio que no pudo estar más poblad, pero fue así por culpa de la lluvia, aunque en el encuentro no cayó ni una gota.
La identificación del público con el equipo ya es máxima. La Grada de Animación no paró, encadenando cánticos para animar al equipo cuando peor lo estaba pasando. Los aficionados son conscientes de las dificultades de la categoría y saben que será necesario pelear para conseguir cada punto. Muchos seguidores no se desplazaron al campo pese a disponer de abonos o entradas, ya que las previsiones de lluvia y el fuerte chaparrón que cayó dos horas antes del encuentro los echaron para atrás. Pese a todo, más de 15.000 espectadores acudieron a La Rosaleda y disfrutaron una vez más del siempre trabajado triunfo de su equipo.
Muñiz hizo cuatro cambios en el once en relación a anteriores partidos, pero todos ellos obligados. Las lesiones y los partidos internacionales provocaron que entraran en el equipo Kieszek, Lacen, Mula y, en última instancia, Ontiveros por la baja en el calentamiento de Renato. Y nada cambió en el equipo sin el portugués, Munir, Pacheco o el mismísimo N'Diaye. El sistema funcionó otra vez a la perfección, con orden táctico y con una alineación ofensiva, lo que facilitó que el Málaga triangulara y desarrollara un juego combinativo en los minutos iniciales ante un Tenerife con muchas dificultades para desatarse del control y dominio local.
Sin agua sobre el campo y con el terreno algo 'tocado', el equipo blanquiazul intentó desde el arranque agradar a su entregada afición con las constantes internadas de Cifu, el desequilibrio de Ontiveros y el peligro permanente de Harper, que fue el primero en buscar la meta contraria en un lanzamiento que detuvo sin problemas el meta contrario. El público se animaba con el paso de los minutos gracias al trabajo y la profundidad de un Málaga que no tuvo ninguna complicación en defensa en el primer periodo.
Tras varias aproximaciones con un disparo de Ontiveros y un cabezazo de Harper fue el primero el que descompuso a la defensa rival en una acción individual, para realizar después un pase en profundidad que aprovechó Blanco para abrir el marcador en un golpeo certero. Un golazo bien elaborado y magistralmente definido que premiaba la superioridad malaguista y un árbitro desconcertante (mostró la amarilla a Ontiveros en una acción que quizás no fuera ni falta).
Tras el descanso cambió la dinámica, con un Tenerife mucho más al ataque, presionando la meta de Kieszek y disponiendo ya de alguna opción para marcar, como la desaprovechada por Naranjo en un centro lejano de Suso. Pero Muñiz reaccionó dando entrada a un jugador de más trabajo en la banda: Juan Carlos por Ontiveros. Y otra vez apareció el equilibrio y el Málaga volvió a aproximarse con peligro a la meta contraria.
Con un inspirado Cifu y una seguridad defensiva espectacular, el equipo blanquiazul se hizo otra vez muy pronto con las riendas del partido tras un cuarto de hora complicado. El Málaga necesitaba cerrar el partido con un segundo tanto, a la vez que guardar su portería ante un rival con calidad arriba.
La mínima ventaja malaguista en el marcador ofrecía una gran inquietud, ya que el Tenerife mantenía firme su amenaza, sobre todo por las incorporaciones de Suso, que estrelló el balón en un poste en la segunda oportunidad visitante del encuentro. Con Boulahroud y el joven Hicham en el campo, el Málaga quería combatir la presión visitante con más argumentos ofensivos. Y consiguió cambiar el juego de campo para que los últimos minutos no fuesen angustiosos para su equipo y su afición. Excelente el Málaga.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.