Los diez fichajes del Málaga para empezar la Liga: novedades en todas las líneas para aspirar a todo

Se espera alguna que otra incorporación más para terminar de compensar el plantel, pero serán a modo de guindas y dependerán de las posibilidades económicas, muy ajustadas en estos momentos (hay varios frentes abiertos para conseguir nuevos ingresos, pero aún no están asegurados). En este sentido las prioridades son hacerse con los perfiles de un banda izquierda, un medio punta y en último término un lateral más si el posible. Pero la mayor inversión ya está hecha.

La entidad blanquiazul ha realizado un importante desembolso para sumar perfiles veteranos y contrastados en la categoría que también vengan para cambiar la mentalidad del equipo. De hecho, la media de edad de los diez fichajes está en 31,4 años, siendo Rubén Castro con 41 años y Manolo Reina con 37 años los más mayores, y Rubén Yáñez con 28 años y Febas con 26 los más jóvenes de este grupo de nuevas incorporaciones. La idea de base de la planificación ha sido fichar nuevos líderes, aunque para ello hayan tenido que hacer un esfuerzo económico mayor.

Otro mantra seguido ha sido priorizar la calidad de los fichajes más que la cantidad. El presupuesto que ha tenido el Málaga este verano ha sido el mayor en los últimos tres años (y más importante aún es que está saneado), por lo que la dirección deportiva ha podido apuntar alto fichando a jugadores con cartel en Segunda y que pueden ofrecer un rendimiento inmediato. El más mediático de todos ha sido el del goleador Rubén Castro, pero también destacan otros como los de Fran Sol, Álex Gallar, Esteban Burgos o Manolo Reina.

Con nuevos efectivos desde la portería hasta la punta de ataque, el club malaguista presenta novedades en todas sus líneas y con refuerzos que vienen apuntando hacia el objetivo más ambicioso de todos, volver a Primera. Desde que Rubén Castro abriese el camino ante la multitud en la presentación de las nuevas camisetas, el resto de jugadores del equipo se ha sumado al mensaje de que al Málaga ya le toca pensar en luchar por el ascenso tras varias campañas de supervivencia.

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El primero en llegar fue el portero malagueño Manolo Reina (Villanueva del Trabuco, 1985). Acabada su etapa en el Mallorca, se marcó el reto de volver a casa para cerrar el círculo de su carrera después de 15 años. A sus 37 años se siente en una segunda juventud y apunta a ser el portero titular del equipo. Es un líder en el vestuario y tiene cinco ascensos (tres a Primera y dos a Segunda). Firmó libre por dos años.

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El catalán Rubén Yáñez (Blanes, 1993) completó la renovación total de la portería malaguista. Formado en la cantera del Madrid, ha pasado los últimos años en el Getafe. Fichó sin coste por el Málaga hasta 2025 y busca ser un portero de futuro de blanquiazul aunque parta como suplente.

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La apuesta para el carril derecho es Juanfran (Madrid, 1988). Veloz defensor y destacado centrador, promete tener mucho protagonismo. Tras una larga experiencia en Primera con el Betis, el Deportivo y el Leganés, vuelve a España tras tres años en Turquía. Firmó por una temporada con opción a una más.

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Lo que más ha fichado el Málaga son centrales y Bustinza (Bilbao, 1992) abrió esta vía. Se despidió entre lágrimas tras siete años en el Leganés y ahora buscará ser el jefe de la zaga blanquiazul. De él se espera intensidad, concentración, liderazgo y también polivalencia porque podría jugar de lateral derecho. Fichó libre hasta 2025.

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El club blanquiazul consiguió unas de sus prioridades con Esteban Burgos (Argentina, 1992). Central de 1,90 metros que aporta jerarquía al eje de la defensa y supone un peligro en ataque por su buen juego aéreo. Después de tres temporadas en el Eibar, llegó libre al Málaga y firmó hasta 2024.

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Para completar una poblada defensa, porque una de las preferencias del entrenador, Guede, es jugar con tres centrales, Ramalho (Baracaldo, 1993) se presentó como una oportunidad de mercado para el Málaga. Llega a La Rosaleda sin jugar demasiado en las últimas temporadas. Tiene buen trato de balón y es polivalente. También llegó libre para firmar hasta 2024.

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El único fichaje para el centro del campo, por el momento, es el de Febas (Lleida, 1996). Tras jugar la última media parte de la pasada campaña como cedido en el Málaga, apostó por seguir tras lograr rescindir contrato con el Mallorca. Será una pieza clave en la creación de juego. Tiene contrato hasta 2025.

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Otro de los objetivos del Málaga en el mercado era fichar jugadores polivalentes y Álex Gallar (Tarrasa, 1992) cumple con esta demanda en la zona de ataque. Puede jugar por ambas bandas y por el centro. Un futbolista eléctrico, asistente de gol y con constante llegada a la portería rival. Rescindió con el Girona y fichó por el Málaga hasta 2024.

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La principal asignatura pendiente del Málaga es el gol tras quedar como el peor ataque del pasado curso. Por eso los máximos esfuerzos se han volcado en este sentido. Como con Fran Sol (Madrid, 1992). Además de gol, promete esfuerzo en la presión (algo en lo que busca diferenciarse el equipo con Guede) y ser un gran complemento de Rubén Castro. Tras jugar el año pasado en el Eibar, llega cedido al Málaga por el Dinamo de Kiev.

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Sin embargo, la gran esperanza en materia goleadora es Rubén Castro. Un 'recordman' que, a pesar de sus 41 años, mantiene su cartel de jugador franquicia y será la referencia del Málaga. Su llegada supuso un impacto mediático y su nivel contagia al resto de la plantilla. El club blanquiazul estuvo hábil para convencerlo cuando parecía que iba a seguir una temporada más en el Cartagena, donde anotó casi 40 goles en las dos últimas temporadas.