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El mercado invernal del Málaga fue, a primera vista, decepcionante. Se esperaba que las contrataciones de Febas y Vadillo tuvieran continuidad al final del plazo ... con otros refuerzos de nivel. Pero pasó enero y todo se quedó como estaba, además de la llegada de Natxo González al banquillo. Y el equipo perdiendo de una forma contundente... Pero las fuentes del club consultadas tienen claro que hicieron lo que debían en ese esprint final para buscar refuerzos. Entonces, ¿cuáles son las razones por las que la dirección deportiva, con Manolo Gaspar al frente, no hizo más fichajes, pese a que podía? La respuesta es clara: «No vamos a fichar por fichar para hipotecar al club», dice una fuente consultada por este periódico.
El Málaga dispone de una plantilla relativamente amplia, pero con muchas ausencias en este momento. Aunque los veintitrés jugadores profesionales dejan libres sólo dos plazas, al final no se cumplieron los pronósticos en lo relativo a las salidas y el único que se marchó fue Calero. De ahí que el club, a la espera lo que ocurra con Adrián, optara por cerrar el mercado sin más incorporaciones tras fallarle las opciones que tenía más cercanas. De esta forma, hay varios aspectos que llevan a la entidad a justificar el porqué de las decisiones tomadas en Martiricos el último día de mercado invernal, el pasado lunes.
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El punto de partida es claro. El mercado invernal suele ser más complejo a la hora de encontrar buenos fichajes, si bien algunas veces (pocas) llegaron grandes jugadores al equipo blanquiazul en enero. De ahí que los planes iniciales fueran conservadores: pretendían buscar sólo recambios para el lesionado de larga duración Luis Muñoz y, al final, para Hicham, que no acaba de recuperarse de sus problemas físicos. Y esos dos son los jugadores que se incorporaron al comienzo: Febas y Vadillo. Pero después, animados por las circunstancias del equipo, se apostó algo más fuerte, de forma ambiciosa, en busca de una mejora de la plantilla, y el club optó por buscar futbolistas que ofrecieran un salto de calidad, algo que no consiguió...
La consigna malaguista estaba clara: sólo llegarían jugadores que estén por encima de los de la actual plantilla. Y había algunas opciones destacadas que manejaba la dirección deportiva. De ahí que todos los esfuerzos se centraran en pocos jugadores, en los que sí tenían posibilidades de incorporarse y que, en principio, cumplían las condiciones mencionadas. Esto, como es evidente, redujo de una forma importante el campo de acción, pues los descartes eran constantes ante las dudas de que no estuvieran a la altura de los componentes de la plantilla.
El Málaga tiene dos plazas libres en la plantilla, pero era previsible que se marcharan algunos jugadores que no contaban demasiado para el entrenador, lo que reducía el grupo y permitía que llegaran algunos fichajes más (tampoco quería el club que la plantilla fuese de veinticinco, porque cerraba todas las posibilidades de los canteranos y dificultaba la gestión de la misma). Al final sólo se marchó Iván Calero al Alcorcón, mientras que había otros cuatro o más jugadores que tenían posibilidades de hacerlo.
El club de Martiricos está acercándose a su saneamiento y, además, ahora con los ingresos que comienzan a llegar por el acuerdo de CVC con LaLiga está alcanzando un equilibrio que le permite colocarse en la zona media-alta de esta clasificación económica. Pero la gestión del club sigue estando al límite, lo que le impide superar cualquier línea roja (el administrador no lo permitiría). De ahí que los gastos tienen unos topes infranqueables. En cualquier caso, el Málaga disponía de dinero para hacer algún fichaje más, pero ha preferido no utilizarlo porque no alcanzaba las exigencias planteadas.
Existía un plan para los días y las horas finales del mercado de fichajes. Las fuentes consultadas aseguraron que contaban con varios candidatos de nivel que estaban dispuestos a incorporarse si no aparecía nada de Primera. Y esta premisa no se cumplió en ninguno de los casos. Incluso, uno de ellos estuvo pendiente de llegar cedido hasta pocos minutos antes de la media noche del lunes, pero al final apareció un equipo de élite que truncó las expectativas (uno de los casos fue Kike Pérez, que se marchó al Elche). Y el club no quiso recurrir a alternativas de menor nivel...
El plazo de fichajes se cerró el pasado lunes, pero el Málaga puede hacer todavía incorporaciones de futbolistas en paro (tiene dos fichas libres). Suele haber pocas opciones atractivas en estas condiciones, pero el Málaga estará pendiente del delantero Adrián López, que reside en la ciudad y se entrenará con el equipo blanquiazul para recuperarse de una lesión poco importante. Una vez que esté restablecido, el club no descarta inscribirlo y utilizarlo en la fase final del campeonato. Es una opción más para reforzar el ataque, aunque, antes, el técnico deberá buscar la manera que formar una defensa y un centro del campo de garantías con los hombres que tiene ahora disponibles.
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