El Málaga, a la espera de Appiah y Lago Junior

La delicada situación del Málaga (penúltimo, a dos puntos de la permanencia y durante casi toda la primera vuelta en zona de descenso) obligó a la dirección deportiva a moverse con rapidez para tratar de reestructurar la plantilla tras la deficiente configuración del verano en el capítulo ofensivo. Entonces se optó por seguir las directrices del entonces entrenador, Pablo Guede, que no quería contar con extremos en sus planes. A última hora llegó Hervías, que ahora se ha marchado traspasado al Bolívar tras su escaso protagonismo -probablemente como consecuencia de las tres cirugías a las que había sido sometido en la recta final de su etapa en el Valladolid-, y se intentó con otros futbolistas de perfil parecido. Con todos ellos se han producido contactos en las últimas semanas para tratar de que esta vez sí fructificaran las negociaciones. La prioridad era un exmalaguista, Rahmani, pero el cambio de rol en el Eibar (de apenas jugar a ser titular) frenó en seco todos los avances previos. De este modo, se giró hacia otras posibilidades, como Appiah y Lago Junior, cuya llegada sí parece próxima en estos momentos.

En el caso de Appiah, su regreso desde el Tenerife estaba cantado. La segunda cesión del joven marfileño, el fichaje más caro en la historia de la Segunda División (el Almería pagó por él 8,8 millones de euros al Nottingham Forest), ha supuesto otro paso atrás. Lo peor no son sus pobres datos en el conjunto del Heliodoro Rodríguez López (11 partidos de Liga, sólo tres como titular, y menos de 400 minutos, y relevado al descanso en la cita copera frente al Pontevedra), sino ciertas declaraciones del entrenador, Luis Miguel Ramis. «Habré acertado en ocasiones y en otras no, pero todo es consecuencia del rendimiento en los entrenamientos. Si ese comportamiento no es el adecuado, desconfío», subrayó al referirse a la escasa participación del extremo zurdo neerlandés, que el próximo jueves cumplirá 22 años.

Concluida la cesión al Tenerife (la segunda tras otra fallida al Lugo en la segunda vuelta hace dos temporadas), el Almería desea que Appiah siga jugando en España. De hecho, el club andaluz habría descartado la opción de que el futbolista concluyera la temporada en el Ipswich Town, en la segunda categoría inglesa. Por eso las opciones de que el extremo recale en el Málaga se han disparado en las últimas horas y nada parece evitar su inminente incorporación al plantel dirigido por Pepe Mel.

El caso de Lago Junior es distinto. El futbolista marfileño es una vieja aspiración del Málaga, casi desde que fue el verdugo blanquiazul con el Mirandés en la eliminatoria copera en la temporada 2015-2016. En Anduva el entrenador del entonces equipo de Segunda B, Carlos Terrazas, lo introdujo en la segunda mitad y el extremo, entonces con 25 años, destrozó al conjunto de Javi Gracia con sus arrancadas por la banda. Y no sólo fue el artífice del triunfo local por 2-1, sino que en la vuelta repitió actuación en La Rosaleda, lo que provocó entonces una bronca de la afición blanquiazul por la escasa motivación mostrada por entrenador y jugadores para pasar de ronda.

Desde entonces, el extremo marfileño, que cumplió 32 años precisamente en el último día de 2022 y que previamente estuvo en el Numancia o en el Gimnàstic de Tarragona (en este ascendió a Segunda junto al portero Manolo Reina), ha pertenecido al Mallorca. Esta es su octava temporada en el conjunto balear, aunque en la segunda vuelta de la pasada campaña ya estuvo cedido en el Huesca. La situación de Lago Junior está clara: tiene un acuerdo cerrado con el Málaga y está negociando la rescisión de su contrato, pero existen discrepancias en este aspecto (el futbolista pretende una cifra por su salida y el club balear únicamente contempla darle la carta de libertad).