Una jugada que retrata el mismo mal defensivo del Málaga cinco meses después

Probablemente algún aficionado recordará aquella acción en el debut de Guede como entrenador blanquiazul en La Rosaleda. Sucedió el 9 de abril (para más señas, el Sábado de Pasión, víspera del Domingo de Ramos) frente al Valladolid. El Málaga se había adelantado muy pronto, en el minuto 5, por medio de Brandon y casi en el mismo minuto de la segunda mitad Vadillo incrementó la ventaja gracias a la presión blanquiazul y al desconcierto del cuadro pucelano.

Pero ese valioso 2-0 desapareció casi de un plumazo. Guede había planteado frenar al Valladolid 'por dentro' y optó por un sistema arriesgado, sin extremos y con futbolistas creativos para tapar la bandas. Como en el arranque del presente campeonato. Hasta que el técnico visitante, Pacheta, optó por 'abrir el campo': introdujo a Plata para tener más juego por las alas. La reacción local no se produjo y en un visto y no visto el equipo blanquivioleta igualó la contienda.

El primer gol del Valladolid llegó por un error de concentración en un saque de esquina bien aprovechado por Weissman. Era el minuto 59. Cuatro más tarde el referido Plata irrumpió por la banda derecha con Febas siguiendo su sombra durante muchos metros, llegó hasta la línea de fondo y centró para que el ariete israelí firmara un doblete.

Casi cinco meses después, el pasado domingo contra el Albacete, entre Álvaro Rodríguez y Juanma triangularon y el lateral derecho se marchó de Febas con comodidad. El centrocampista blanquiazul esprintó como pudo, pero no pudo evitar que el contrario llegara casi hasta la línea de fondo. El jugador del Albacete prefirió tirar a puerta -y no centrar, como hizo Plata en aquel Málaga-Valladolid- y Manolo Reina tuvo que desviar a córner in extremis. El lamento de Febas no pudo ser más llamativo: caído en el suelo, dio un golpe de rabia con la mano en el césped. Once partidos después del debut de Guede en el banquillo esa acción retrata que los males defensivos no se han corregido.