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El Málaga empieza a preocupar hasta los más optimistas. Se acerca al primer tercio del calendario encallado en la zona de descenso y genera muchas ... dudas sobre su capacidad de reacción ante la irregularidad mostrada una vez más en su última derrota, contra el Oviedo (1-0). Este nuevo traspié supone un mazazo importante después de haberse hecho ilusiones con salir de la zona de descenso próximamente tras la victoria anterior sobre el Lugo, que se presuponía como un punto de inflexión.
Pero una vez más, el conjunto blanquiazul fue incapaz de darle continuidad a sus buenas sensaciones y da un paso atrás que lo hunde en la parte más baja de la clasificación, donde ya empieza a ser un habitual desde que cayó en la quinta jornada, hace ya un mes y medio. Tras la duodécima fecha del calendario, el equipo malaguista ocupa la 21ª posición con sólo 9 puntos de 36 posibles y se queda a cuatro de distancia con la salvación, que ahora mismo marca la Ponferradina con 13 puntos.
De esta forma, el Málaga necesitará más de una victoria para salir de la zona de descenso y sentir el impulso anímico que eso supone. Pero hasta este objetivo se presupone complicado en estos momentos. Porque el club de La Rosaleda no consigue encadenar dos victorias seguidas desde hace ya casi un año, cuando lo consiguió la temporada pasada en la segunda parte de noviembre al ganar al Tenerife y a Las Palmas de manera consecutiva.
Al menos este próximo domingo tiene la oportunidad de lograr un segundo triunfo consecutivo en casa, que también le serviría como un refuerzo importante. Pero el siguiente rival tampoco será sencillo: recibe al Eibar a partir de las 16.15 horas en el estadio de Martiricos (si no lo impide la huelga con la que amenazan los clubes en contra de la nueva Ley del Deporte).
El conjunto vasco llega situado en la octava posición después de no ganar en las últimas dos jornadas (perdió 2-0 ante el Sporting y empató a uno en casa contra el Albacete). Quizás al Málaga se le dé mejor frente a un contrincante de la zona media alta, porque recientemente no ha cumplido ante varios rivales directos en la tabla. Empató contra el Andorra, perdió frente al Leganés y recientemente repitió derrota en Oviedo.
A pesar de los evidentes avances con la llegada de Pepe Mel (a nivel defensivo, sobre todo, al bajar radicalmente la media de goles encajados), estos no son del todo suficientes (en ataque se han agotado las existencias en muchos partidos) y los resultados no están acompañando tampoco al nuevo cuerpo técnico, que tras seis encuentros suman dos derrotas, tres empates y sólo una victoria, un ritmo de recuperación demasiado lento, insuficiente, para revertir la delicada situación.
La tranquilidad sólo ha durado una semana en torno al vestuario malaguista, que afronta ahora un reto complicado con tres partidos en un apenas siete días (recibe a Eibar y Sporting, y visita al Cartagena). En este tiempo el equipo que dirige Pepe Mel intentará recuperar efectivos en ataque como son Hervías y Gallar, que sufrieron lesiones musculares leves recientemente. Todo puede sumar en el objetivo de volcar definitivamente la mala dinámica de resultados, que se contagia, que es pregajosa y que se impregna el día a día.
Es ya urgente que el Málaga experimente algo parecido a una terapia de choque, un reseteo, que le permita dejar atrás este infausto comienzo de temporada que resulta desolador dentro y fuera del club, que en verano se subió al carro del sueño por el ascenso y ahora teme enredarse demasiado con los peligros de instalarse en la zona de descenso. Ya han dejado perder 27 puntos después sobrepasar el ecuador de la primera vuelta.
El Málaga afrontará tres partidos de forma consecutiva a partir del encuentro ante el Eibar del domingo (16.15 horas en La Rosaleda). Viajará a Cartagena (jueves 3 de noviembre a las 19.00 horas) y recibirá al Sporting (domingo 6, 18.30 horas). Esto es todo un reto mayúsculo daba el pobre momento del equipo, pero la plantilla es consciente de que es primordial rebelarse. De lo contrario tienen el riesgo de agrandar la brecha con la permanencia.
Por eso el jugador blanquiazul, Juanfran, apunta que «es una semana muy importante para nosotros, y el momento de intentar darle la vuelta a esta situación». «Sabemos que el Málaga no puede estar como está ahora mismo, estamos trabajando muchas cosas bien y hay que tener más concentración en esas pequeñas cosas que nos hacen perder los partidos», añadió el lateral derecho, quien huyó de fatalismos y considera que esta última derrota no es como las anteriores. «Estamos encajando muy poco y perdiendo por la mínima siempre», argumentó.
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