Baturina, en un remate de cabeza en el entrenamiento de ayer en La Rosaleda. MARILÚ BÁEZ

Lucha de estilos en La Rosaleda

El Málaga, que quiere seguir invicto en Segunda, estará obligado a ejercitar la paciencia y la verticalidad de sus acciones de ataque ante un Elche que acaparará la posesión de la pelota

Sábado, 28 de septiembre 2024, 00:17

Si hay dos equipos de Segunda que condicionan en un grado extremo a los rivales por su especial idiosincrasia en el juego son el Castellón, con su ataque total, y un Elche acostumbrado a organizarse en torno a un mando casi absoluto en la posesión ... de la pelota. Frente al cuadro alicantino se las verá precisamente esta noche (21.00 horas, LaLiga Hypermotion) el Málaga, que aspira a seguir invicto una jornada más (sólo quedan ya Racing y Eibar sin perder) y a seguir soñando gracias a su óptima situación clasificatoria.

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Seguramente, después de sólo seis jornadas, ni el más optimista de los aficionados tiene claro que el Málaga acabe peleando en la zona alta de la tabla, pero el acopio de puntos por adelantado permite avanzar en el cumplimiento del primer objetivo, sumar 50 para la permanencia. Ya han caído en el zurrón la quinta parte, una decena, y la proyección final sería de 70, de mantener este ritmo que quien sabe si es irreal.

65,5%

es el porcentaje de posesión media de balón del Elche, el más alto de Segunda. Dos tercios de tiempo efectivo son con el cuadro ilicitano con la pelota, lo que condiciona a los rivales.

En todo caso, al Málaga le toca hoy ejercitar la paciencia. A un tenista le corta el ritmo enfrentarse a un 'cañonero' en pista cubierta. Su saque y su juego a puntos de no más de cuatro golpes impiden que haya ritmo. En fútbol cuando un conjunto se hace con un alto porcentaje de posesión obliga al rival a desgastarse sin balón y a comenzar el ataque desde lejos. Se pierde también la sensación de ritmo.

Por ello para las huestes de Pellicer será vital estar activo en la recuperación de balón en zonas adelantadas, pero no será fácil. Todos saben cómo juegan los equipos de Eder Sarabia (discípulo claro de Quique Setién, del que fue su ayudante), pero muy pocos lo contrarrestan. El joven técnico completó un ciclo de éxito en el Andorra, con un núcleo mayoritario de jugadores sin experiencia en el fútbol profesional y con un estilo reconocible. En la temporada anterior llegaron los problemas, tras una planificación deportiva no exitosa, y fue destituido jornadas antes del descenso, pero ahora en el Elche tiene incluso mejores mimbres para poner en práctica ese estilo dominador y de toque.

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Sergio Pellicer, en la sesión de este viernes junto a Manu Molina. MARILÚ BÁEZ

Pero el Elche no se ha erigido ni siquiera en equipo aspirante al ascenso. Flojea en sus salidas (1-0 en Albacete, 3-0 en Zaragoza y, en la más reciente, 2-2 en Granada) y, lo que es más grave, no termina de generar un alto número de ocasiones ni de goles, seis en otras tantas jornadas, promedio insuficiente. Y es que dominar la posesión en fútbol no es sinónimo de victoria, de éxito, ni mucho menos. Marcan el ritmo los 'Nicos', Fernández y Castro, dos argentinos, en una tendencia de muchos años de contar con futbolistas de esta nacionalidad en el club, con el joven 'pivote' Gerard Hernández (de la cantera del Villareal) por detrás. Y en punta, todos los 'nueves' son corpulentos y potentes (Kaba, Agustín Fernández y el enrachado Mourad El Ghezouani).

El Málaga de Antoñito y de Alfonso Herrero quiere exhibir menos dependencia respecto de sus dos jugadores clave

Ante este Elche tan definido, las armas del Málaga han de ser las que mostró ante el Albacete, la verticalidad en las transiciones, la velocidad, la determinación, y tener paciencia y concentración en esas series del rival con pases cortos en las que trata de ordenarse en el ataque para buscar fisuras en el rival.

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Pellicer ha recuperado esta semana a Baturina y Larrubia, e incluso Kevin comienza a entrenarse sin trabas. Quizás sólo el primero tenga opciones de reaparecer, y no se descarta que por tercer encuentro seguido se repita alineación, con Aarón Ochoa en lugar de Dani Lorenzo, que perdió su silla tras una semana con molestias. El Málaga de Antoñito (todos los goles del equipo, con él en el campo parten o acaban en sus botas) y de Alfonso Herrero (salvapartidos) quiere exhibir menos dependencias de sus jugadores clave. Es turno también de que aparezcan otras individualidades: Rahmani, Baturina, Lobete, Dani Lorenzo... Y, sobre todo, no perder esa esencia de intensidad y compromiso que define al equipo en un partido que será toda una lucha de estilos.

Kevin, en el entrenamiento de este viernes. MARILÚ BÁEZ

Kevin completa con normalidad la sesión previa al partido

El último entrenamiento previo al choque, celebrado ayer por la tarde en La Rosaleda, permitió a Kevin completar ya el trabajo sin límites, y se suma a las buenas nuevas de comienzos de semana, cuando Baturina y Larrubia se reincorporaroncon normalidad. De esta forma, las únicas bajas médicas malaguistas son las de Moussa y Haitam. Sin embargo, es poco probable que Pellicer se precipite con el regreso inmediato de los recuperados.

Mientras, el Elche tiene las bajas de Clerc, Yago Santiago y John Chetauya. El rival jugará esta noche respaldado por un total de 402 aficionados (se situarán en la esquina habitual de Prfeferencia), que viajan en tres autobuses y decenas de vehículos privados. Gracias a un acuerdo entre la Grada de Animación Fondo Sur 1923 ilicitana, la Federación de Peñas del Elche y el club, se rebajaron 15 euros de cada billete de autobús.

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