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El Málaga se asoma al abismo

El Málaga se asoma al abismo

Muñoz evita despedir a Manolo, el director deportivo no tiene capacidad para elegir a otro entrenador, y Mel no da con la tecla y transmite resignación

Lunes, 23 de enero 2023, 00:46

Una semana más, las mismas preguntas en torno al Málaga. ¿Cuándo dará el paso el administrador de destituir al director deportivo? ¿Cómo es posible que Manolo Gaspar siga en su puesto tras su desastrosa planificación? ¿A qué juega el equipo? ¿Cuánto más tardará Mel en dar con la tecla? ¿Por qué los jugadores no salen a 'comerse' al rival? ¿Algún día dejarán los futbolistas de decir que todavía queda mucho? Y una recurrente para justificar la continuidad del actual entrenador: ¿y quién viene si se le despide?

Pepe Mel

Como pasó con Guede, el equipo apenas gana, encaja gol casi siempre, no pasa de un tanto por partido, carece de estilo y crea muy pocas ocasiones

Pepe Mel

Como pasó con Guede, el equipo apenas gana, encaja gol casi siempre, no pasa de un tanto por partido, carece de estilo y crea muy pocas ocasiones

Pepe Mel

Como pasó con Guede, el equipo apenas gana, encaja gol casi siempre, no pasa de un tanto por partido, carece de estilo y crea muy pocas ocasiones

En un club del que se ha adueñado la incapacidad y la falta de respuesta, José María Muñoz osó afirmar en diciembre que ya se ha empezado a trabajar ¡para el año que viene! (como si el panorama estuviera para ello), Manolo Gaspar asegura que vive un año «de gran crecimiento personal y profesional» (cuando es el gran culpable del desastre, como ya apuntó SUR el 25 de septiembre), Pepe Mel insiste en que su equipo mejora y crea oportunidades (tres victorias en sus 18 partidos y dos tiros entre los palos ante el Burgos, por citar dos ejemplos) y los futbolistas hablan de buen ambiente y mejoría en el juego con el equipo en descenso durante casi toda la Liga. Si no fuera por el dramático panorama, pudiera pensarse que La Rosaleda es el club de la comedia (sin comillas).

José María Muñoz

Incapaz de mover ficha primero con Guede y ahora con Manolo, en diciembre llegó a decir que ya ha empezado a preparar la temporada que viene

José María Muñoz

Incapaz de mover ficha primero con Guede y ahora con Manolo, en diciembre llegó a decir que ya ha empezado a preparar la temporada que viene

José María Muñoz

Incapaz de mover ficha primero con Guede y ahora con Manolo, en diciembre llegó a decir que ya ha empezado a preparar la temporada que viene

Hoy por hoy el Málaga no es un solar sencillamente porque la afición sigue acudiendo a La Rosaleda. El sábado, ante el Burgos, la cifra de espectadores ascendió a 16.026. Dos meses después de que el equipo jugara contra la Ponferradina a la misma hora (sábado a las cuatro y cuarto de la tarde) e incluso en peor situación (a cinco puntos de la permanencia cuando entonces la desventaja era de tres) fueron 1.600 seguidores más. Por más decepciones, batacazos y hasta humillantes derrotas, la ilusión del malaguismo es opuesta al conformismo que transmiten todos en el club.

Manolo Gaspar

Habla de «un año de gran crecimiento personal y profesional» y se queja ahora de futbolistas que ‘magrean’ la pelota cuando a estos los ha traído él

Manolo Gaspar

Habla de «un año de gran crecimiento personal y profesional» y se queja ahora de futbolistas que ‘magrean’ la pelota cuando a estos los ha traído él

Manolo Gaspar

Habla de «un año de gran crecimiento personal y profesional» y se queja ahora de futbolistas que ‘magrean’ la pelota cuando a estos los ha traído él

Efecto dominó

La falta de reacción es alarmante, aunque está condicionada por un efecto dominó que nace del administrador (sin conocimiento del mercado para encontrar un director deportivo en caso de destitución más que justificada de Manolo Gaspar), continúa en este (sin capacidad, ni técnica ni moral, para asumir el despido de otro entrenador y, sobre todo, de otro fracaso en la elección), y termina en el entrenador (con mensajes huecos, petición de plazos y más plazos para salir del descenso y, ya en las últimas comparecencias, frases de resignación). Al final todo podría quedar resumido en tres preguntas, una que se haría cada uno. «¿Y a quién ficho de director deportivo?», diría Muñoz. «¿Y a quién traigo ahora de entrenador?», pensaría Manolo. «¿Y a quiénes pongo ahora en el equipo?», meditará Mel.

Los jugadores

Mantienen el mensaje de que “aún queda mucho” y forman un grupo sin liderazgo, personalidad, convicción, continuidad en el juego y concentración

Los jugadores

Mantienen el mensaje de que “aún queda mucho” y forman un grupo sin liderazgo, personalidad, convicción, continuidad en el juego y concentración

Los jugadores

Mantienen el mensaje de que “aún queda mucho” y forman un grupo sin liderazgo, personalidad, convicción, continuidad en el juego y concentración

El Málaga no está ya descendido simplemente porque el nivel de la Segunda División es pésimo, porque la calidad es escasa (y sobrevalorada) y porque determinados rivales bastante tienen con una situación económica más limitada. Con Guede y después con Mel, ¿cómo pretender salvarse si el equipo ha estado siempre con un promedio por debajo de un punto por partido (y en 42 jornadas se requiere sumar al menos 48). Con Guede y después con Mel, ¿cómo pretender salvarse si el equipo únicamente ha mantenido su puerta a cero en cuatro de sus 24 encuentros?

Los datos son inapelables

puntos

Ni un punto por partido

El Málaga nunca ha estado esta temporada con un promedio de al menos un punto por partido, cuando se requiere sumar 48 o más tras 42 jornadas

Sólo

partidos sin encajar gol

Son los partidos en los que ha marcado más de un gol tras 24 disputados. Dado que casi siempre encaja al menos uno, ganar es casi imposible

encuentros en los que ha tenido 80 o más pérdidas de balón. Los dos peores, los últimos: 113 en Eibar y 108 ante el Burgos

Los datos son inapelables

puntos

Ni un punto por partido

El Málaga nunca ha estado esta temporada con un promedio de al menos un punto por partido, cuando se requiere sumar 48 o más tras 42 jornadas

Sólo

partidos sin encajar gol

Son los partidos en los que ha marcado más de un gol tras 24 disputados. Dado que casi siempre encaja al menos uno, ganar es casi imposible

encuentros en los que ha tenido 80 o más pérdidas de balón. Los dos peores, los últimos: 113 en Eibar y 108 ante el Burgos

Los datos son inapelables

puntos

Ni un punto por partido

El Málaga nunca ha estado esta temporada con un promedio de al menos un punto por partido, cuando se requiere sumar 48 o más tras 42 jornadas

Sólo

partidos sin encajar gol

Son los partidos en los que ha marcado más de un gol tras 24 disputados. Dado que casi siempre encaja al menos uno, ganar es casi imposible

encuentros en los que ha tenido 80 o más pérdidas de balón. Los dos peores, los últimos: 113 en Eibar y 108 ante el Burgos

Con Guede y después con Mel, ¿cómo pretender salvarse si el equipo sólo ha sido capaz de marcar más de un gol en dos de esos 24 partidos (es obvio que si encajas siempre o casi siempre, necesitas para ganar al menos dos tantos). Con Guede y después con Mel, ¿cómo pretender salvarse si los tiros entre los palos casi siempre no pasan de tres por encuentro? Con Guede y después con Mel, ¿cómo pretender salvarse si en 21 de sus 24 compromisos ha perdido la pelota no menos de 80 veces? Por cierto, en este aspecto los dos peores encuentros han sido los últimos, con… ¡113 en Eibar y 108 ante el Burgos!

Los datos son inapelables. ¿Y las sensaciones? La mejoría no llega con tramos de juego más vistoso o de más posesión que el rival, sino con victorias y de actuaciones más o menos completas. Y estas brillan por su ausencia. A la inconsistencia de una plantilla confeccionada sin pies ni cabeza, fruto de la inconsistencia de sus dirigentes (por el desconocimiento futbolístico de Muñoz y por el servilismo de Manolo ante Guede) se suma la inconsistencia de sus entrenadores, incapaces de encontrar un estilo con el que paliar las deficiencias (¿acaso el Burgos tiene extremos o laterales de calidad, un goleador de tronío o medios de contención de gran nivel?). Y por supuesto, la inconsistencia de un grupo de futbolistas sin liderazgo, personalidad, convicción, continuidad en el juego y concentración.

Clasificación | Jornada 24
PJPGPEPPGFGCPT
1Sociedad Deportiva Eibar SADEibar241374281846
2Unión Deportiva Las Palmas SADLas Palmas241293291545
3Levante Unión Deportiva SADLevante2410113281741
4Deportivo Alavés SADAlavés241176262140
5Burgos Club de FútbolBurgos241095221439
6Granada Club de Fútbol SADGranada241158281838
7Albacete Balompié SADAlbacete23995292636
8Club Deportivo Leganés SADLeganés24978252334
9Fútbol Club CartagenaFC Cartagena24969232333
10Fútbol Club AndorraAndorra23959262032
11Real Sporting de Gijón SADSporting247107242531
12Sociedad Deportiva Huesca SADHuesca247107192031
13Villarreal Club de Fútbol SADVillarreal B24879283131
14Real Oviedo SADReal Oviedo24879161931
15Club Deportivo Mirandés SADMirandés24798282930
16Club Deportivo Tenerife SADTenerife24798242530
17Real Zaragoza SADZaragoza24789212229
18Real Racing Club de Santander SADRacing246711162125
19Sociedad Deportiva Ponferradina SADPonferradina246711223125
20Málaga Club de Fútbol SADMálaga244911192921
21Club Deportivo Lugo SADLugo245613193121
22UD IbizaIbiza244416153716

Pero lo más preocupante es la inoperancia. Primero, obviamente, en la toma de decisiones por parte del administrador. Segundo, en la elección de las piezas por un director deportivo que el jueves ensalzó a Lago Junior y Appiah porque «no 'magrean' la pelota» (¡como si los muchos que la 'magrean' no los hubiera traído él!). Tercero, en la configuración por parte de Guede y después de Mel de un equipo que no sea una feria en el aspecto defensivo, que no se empeñe en jugar al toque en horizontal, que genere peligro de verdad y que a balón parado no sea tan ineficaz cuando defiende y cuando ataca. Y por último, de jugadores que no asumen ni en la contención ni cara al gol.

Mel no es el gran culpable, pero ya no se antoja la solución –ni siquiera él transmite que pueda serlo–, pero si Muñoz no ha despedido todavía al director deportivo y si Manolo Gaspar ha fracasado en todas sus elecciones para el banquillo, ¿quién tiene autoridad para decidir el cambio? Y el malaguismo no es que esté por la continuidad de Mel, sino que se hace una pregunta: «Y si lo echan, ¿a quién traen que pueda solucionar esto?» Eso es lo más triste: el miedo a otro experimento fallido. El fruto de la más absoluta incapacidad que reina en el Málaga.

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