El Málaga se conjura para los dos próximos partidos

Serán dos compromisos complicados fuera de La Rosaleda, en Huesca y Eibar (ambos se celebrarán el lunes santo y el siguiente lunes, los dos a las 20.30 horas), pero quizás puedan servir para que el equipo blanquiazul juegue con menos presión que en su campo. En estos partidos tendrá la oportunidad de mostrar una cara nueva, si bien los blanquiazules tendrán algunas bajas destacadas para estos envites cruciales, casi decisivos, entre las que destaca la de su único 'pivote', Luismi, uno de los futbolistas imprescindibles para el conjunto de Martiricos esta temporada. Pellicer, de esta forma, deberá recomponer una línea del centro del campo imprescindible para cualquier estrategia.

Al Málaga le quedan ocho partidos, como al resto, y su calendario es uno de los más exigentes. Pero esta dificultad tiene que pasar ya a un segundo plano, pues la necesidad de sumar comienza a ser ya agobiante. La clave de este primer plazo señalado, que no supone ningún ultimátum para nadie (la confianza en Pellicer sigue siendo como siempre y nadie se plantea ningún movimiento), se centra en mantener o, si es posible, aumentar esos tres puntos de ventaja con la zona de descenso. El único objetivo ahora pasa por llegar a esos 50 puntos (le faltan ocho) que puedan suponer la permanencia en Segunda (no está claro que sea así en esta ocasión, pues podría aumentar esa cifra).

Asimismo, es previsible que en estos dos partidos haya menos cambios en las alineaciones, pues la situación respecto a las bajas se ha normalizado y el técnico sólo deberá buscar el recambio de Luismi, además de apostar por un delantero entre los dos que tiene de la primera plantilla y el canterano Chupete. Llega el momento, sin duda, de acertar en todas las decisiones. Los errores tienen ahora un mayor coste y escaso margen para solucionarlos. De ahí que lo más probable será que Pellicer se incline por lo sencillo y natural, sin ningún experimento.

Para esta primera fase de dos partidos, sin embargo, no se van a incorporar elementos novedosos en la preparación o el trabajo diario del equipo. Otras veces se han buscado diferentes métodos de motivación, con profesionales de fuera, pero ahora se ha considerado mejor esperar a estos dos partidos claves antes de comenzar cualquier iniciativa en este sentido. Aunque habitualmente se incluyen parte de estas alternativas en los entrenamientos del equipo, pues el cuerpo técnico también utiliza para cada partido algo parecido.

De ahí que el encuentro de Huesca (el lunes próximo a las 20.30 horas) y Eibar (el siguiente lunes a la misma hora) tendrán una relevancia todavía mayor para el Málaga, para sus entrenadores y sus jugadores. Es el plazo que se ponen para solucionar, siempre que sea posible, esta crisis deportiva que amenaza seriamente al equipo blanquiazul en un final de Liga complejo y en el que sigue sin mostrar sus mejores sensaciones (como toda la segunda vuelta al completo).

Serán dos exámenes importantes para Pellicer y sus jugadores. Deberán buscar en ambos, en el peor de los casos, no caer a la zona de descenso de ninguna manera (en esta primera jornada será imposible debido al enfrentamiento entre el Eldense y el Sporting). A partir de ahí quedará todo abierto. Para los referidos 50 puntos les quedan a los blanquiazules conseguir todavía esos ocho mencionados con anterioridad. De ahí que el plan se centre en recortar esa distancia en estos compromisos a domicilio, en los que habrá seis en juego.