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El Málaga tiene ya muy perfilada su pretemporada. La plantilla regresará el lunes al trabajo en la capital, en el campo de la Federación, mientras que la concentración, según ha sabido este periódico, se desarrollará en Estepona durante los diez últimos días de julio. Este ‘ ... stage’ servirá ya a Pablo Guede para intensificar el trabajo de coordinación del equipo y también para asentar las relaciones del grupo. De ahí que, para ese importante momento, la mayoría de los fichajes deberán estar ya a disposición del técnico argentino (es posible que algunos lleguen a última hora).
Los entrenamientos se desarrollarán en un campo cercano al hotel Atalaya Park (se puede ir andando), lugar en el que se establecerá el cuartel general en este importante periodo de preparación. Desde ahí se desplazará el equipo a distintos puntos para la disputa de amistosos (sobre todo en la provincia), que se celebrarán casi todas las semanas de la pretemporada con el objetivo de que los futbolistas lleguen al arranque liguero en la mejor forma física, técnica y táctica posibles. El terreno de juego pertenece al hotel y también forma parte de los recintos controlados por Marbella Fooball Center.
La instalación dispone de un terreno de juego con las mismas medidas que el campo de La Rosaleda, lo que permitirá al entrenador trabajar a conciencia para preparar y aplicar su método, su ‘librillo’. A lado también se encuentra un terreno más pequeño, además de disponer de gimnasio y del resto de complementos necesarios para desarrollar los entrenamientos al máximo nivel, con todas las necesidades que puedan tener las plantillas profesionales.
El ‘stage’, de esta forma, arrancará sobre el 20 de julio y finalizará al final del mes. Después de esta importante concentración el equipo dispondrá todavía de dos semanas más para perfeccionar su preparación con los amistosos antes del comienzo del campeonato, que está previsto para el fin de semana del domingo 14 de agosto (el conjunto malagueño visitará al Burgos para inaugurar la competición liguera en Segunda).
Trabajo exigente y amistosos
El Málaga se ejercitará de una forma intensa durante la pretemporada, como suele ser habitual cada año, si bien en esta ocasión puede dar un paso más en la exigencia a los futbolistas. Los planes pasan por seis semanas de trabajo repletas de entrenamientos y partidos amistosos.
Los planes del cuerpo técnico pasan por desarrollar dos entrenamiento durante dos días seguidos, disputar después un partido, repetir las mismas sesiones a continuación, volver a jugar y al séptimo día descansar. Este programa, en cualquier caso, es previsible que se ponga en marcha en algunas fases de la concentración, pero no en toda ella (habrá momentos que sea complicado o imposible hacerlo).
Al comienzo es previsible que se jueguen menos partidos, mientras que al final no habrá tantas sesiones de entrenamiento. Y el caso de los amistosos será muy diferente, pues el entrenador quiere dividir a sus hombres en dos grupos para disputar dos partidos en cada ocasión, lo que le permitiría repartir los minutos al máximo y aumentaría a cuatro los amistosos que se jueguen las semanas centrales de este ajustado periodo de pretemporada. Aunque habrá que ver si finalmente se puede cumplir con este requisito siempre.
Para el Málaga no es desconocido el hotel de concentración de esta campaña, el Atalaya Park de Estepona (para los muy antiguos). De hecho, hace veinticuatro años se convirtió en el talismán del equipo blanquiazul, con Joaquín Peiró al frente de la plantilla, al conseguir posteriormente el ascenso y regresar a Primera después de nueve años. Y ahí estaba también el actual entrenador malaguista, Pablo Guede, que era uno de los delanteros destacados del conjunto de Martiricos.
Curiosamente, el ahora técnico tenía una complicada misión en aquella temporada, en la que el Málaga se reforzó de una forma importante, destacando la llegada, entre otros, del ariete Catanha. Pero Guede había alcanzado un gran nivel y su cotización se disparó tras su protagonismo en la anterior campaña, en la que el equipo había logrado subir de Segunda B. De hecho, disponía de algunas ofertas para marcharse.
Ahora volverá a este lugar de concentración de Estepona, donde llegó ese verano con algunos problemas físicos tras una leve intervención. Todos, de esta forma, buscarán que el Atalaya Park se convierta otra vez en talismán y, al menos, la próxima temporada malaguista transcurra sin grandes sobresaltos y los habituales sufrimientos de campañas anteriores. Y sin descartar nada.
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