El Málaga, sin colmillo en el área

"El mejor del partido fue el portero del Almería. Rematamos a puerta dieciséis veces, pero tenemos que ser más efectivos", reconoció el técnico asturiano del Málaga tras el partido en el estadio de los Juegos Mediterráneos. "Pero lo importante es que el equipo genera", apostilló. "Tiene mucho mérito lo que estamos haciendo en ataque generando tantas ocasiones. En esta categoría todo el mundo defiende más que ataca –siguió explicando–. Atacar es lo más difícil en el fútbol y creo que lo estamos consiguiendo. Nos falta esa pizca de suerte y de precisión, pero esto tiene que cambiar si seguimos en esta dinámica de generar tantas ocasiones".

Los números y el acierto no están desde luego con el Málaga hasta ahora si se exceptúa el partido en Ibiza (2-2), cuando en la media hora final el cuadro de Martiricos sí que se mostró realmente resolutivo en la definición, con los tantos de Luis Muñoz y Roberto. Estas dianas y la de Escassi ante el Alcorcón, que dio una victoria, han sido las únicas que celebrar en estas cuatro primeras jornadas del campeonato.

Sin ser una cifra excesivamente raquítica, lo que sí resulta preocupante es que parece muy pobre a tenor del número de remates, 66. Es decir, que el equipo precisa 22 para convertir un gol. El balance fue peor aún ante el Mirandés (0-0) en La Rosaleda, con 23 intentos, de los que sólo fueron a puerta cinco. El Málaga acogotó con un ritmo tan alto a su rival que lo terminó acusando en el último tercio del choque, y sin el premio del gol durante su fase de mejor juego, salvándose de la derrota gracias a dos tantos anulados al rival, uno por falta previa a Ismael Casas y otro por una infracción contra Juande en el centro del campo segundos antes de la finalización de la jugada y ya en el tiempo de prolongación del choque.

Contra el Alcorcón (1-0) sucedió algo parecido, aunque esta vez el Málaga pudo sacar partido al gol de Escassi. Fueron 18 remates, siete entre los tres palos, frente a los 16 del sábado en Almería, con siete dirigidos a puerta, estadística en la que no computa lógicamente el espectacular golpe franco directo al palo (a una altura muy cerca de la escuadra) de Cufré en el primer tiempo. Los pupilos de José Alberto, que anularon en buena medida a uno de los favoritos al ascenso en el primer tiempo y se lanzaron claramente al ataque a raíz del 2-0, tratando de aprovechar la superioridad numérica, tuvieron recursos de refresco como Jozabed, Jairo o Roberto, pero no fue posible ni siquiera reducir distancias en el marcador.

En esta falta de colmillo que muestra el Málaga tiene mucho que ver la escasa aportación en la definición de los dos jugadores que vienen actuando más minutos en el ataque. Ninguno de ellos es un delantero puro. Pero a Antoñín, se le ve muy lejos de su mejor forma y Brandon, muy batallador y bullicioso y que forzó la expulsión de Martos el sábado, sigue negado en el remate. Tanto es así que el juvenil Roberto está siendo el más incisivo y el único punta que ha visto puerta hasta el momento.

Así las cosas, las expectativas depositadas sobre el rendimiento de Sekou, para compensar la falta de colmillo, crecen por días, pero habrá que esperar a comprobar cómo evoluciona de sus molestias para ver si puede estar este domingo (21.30 horas) en el compromiso de casa ante el Girona. A priori parece prematuro, con el añadido de que no es conveniente asumir riesgos ante un problema muscular en una fase tan temprana de la temporada.

Al margen de la falta de tino en el área rival, José Alberto, acertado con los cambios en algún partido (como en Can Misses), no estuvo rápido en la maniobra en otros. En Almería Jozabed y Roberto entraron en el minuto 67, más de veinte después de conseguir la superioridad numérica en el partido y cuando ya habían transcurrido ocho desde que llegara el segundo tanto en contra.