La caída libre del Málaga se refleja en la clasificación y en su juego. Las alarmas están encendidas desde hace algunas semanas, pero especialmente desde el fiasco del sábado, si bien la derrota del Amorebieta le dio un respiro en el choque de anoche ante ... el Leganés (1-3). Un triunfo hubiera colocado al conjunto vasco a tiro de los blanquiazules, a sólo tres puntos de la zona de descenso (ver clasificación). En cualquier caso, el cuadro de Natxo González pondrá en juego a partir de ahora, en cada partido, la posibilidad de situarse muy cerca de los cuatro últimos de la tabla, siempre que vuelva a fallar y los equipos rivales que lleva por detrás logren la victoria (el mencionado Amorebieta, el Fuenlabrada y el Mirandés, que está por debajo de los blanquiazules).
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De todas formas, la situación se agrava por momentos ante la escasa capacidad de reacción mostrada por el cuadro de Martiricos, que es incapaz de salir de la dinámica negativa en la que se encuentra inmerso y que amenaza ahora con llevarlo a descender posiciones en la clasificación. Aunque todavía quedan catorce jornadas, el Málaga está exhibiendo una gran debilidad en cada encuentro, sin que el equipo ni los jugadores a nivel individual sean capaces de ofrecer un mayor rendimiento. Esta impotencia se puede ver ante los más fuertes y también contra los modestos, los 'aspirantes' a la zona baja de la clasificación.
La derrota del sábado en San Sebastián, ante el filial de la Real Sociedad (el 'Sanse'), supuso ya un antes y un después para el equipo blanquiazul, que fue incapaz de tan siquiera plantarle cara a un joven conjunto situado en la zona más baja de la clasificación. Esta demostración de inoperancia hizo por sí sola que saltaran ya la alarmas, pues el Málaga no encuentra a ningún equipo accesible, al que le pueda ganarle. Aunque es cierto que lo peor pudo llegar anoche en el enfrentamiento del Amorebieta con el conjunto madrileño.
Las soluciones, en cualquier caso, apenas se atisban, aunque parece claro que un triunfo el lunes en La Rosaleda contra el Cartagena, a partir de las 21.00 horas, se presenta como una obligación para el equipo blanquiazul con el objetivo de frenar la racha negativa. Será en su campo, ante su entregado público, lo que supone una ventaja. Y también tendrá a favor que los rivales que más lo amenazan ahora, el mencionado Amorebieta y el Fuenlabrada, deberán jugar en Valladolid y Almería, respectivamente, donde siguen aspirando al ascenso directo a Primera. La jornada, en principio, se presenta propicia para los blanquiazules, si bien para ello primero deberán hacer ellos los deberes que le permitan adueñarse de los puntos en juego contra el Cartagena.
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