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El Málaga ha dado un salto espectacular en apenas dos semanas. Tres triunfos seguidos suponen un paso adelante en el apartado deportivo, pero también en ... la confianza de los jugadores, técnicos y hasta de los responsables del club. Después del desastre del inexplicable descenso era necesario que el equipo alcanzara la calma lo antes posible para poder mostrar sus posibilidades reales, pese a las incógnitas que se abrieron desde el comienzo por la apuesta por una determinada planificación basada en la cantera. La trayectoria está siendo buena tras la derrota en Castellón, transmitiendo buenas sensaciones y creciendo semana a semana. De ahí que internamente pretendan frenar cualquier tipo de triunfalismo en la cuarta jornada. Prefieren ser muy cautos pese a la última goleada, a la espera de que avance la competición de una forma considerable para analizar con más certeza los logros que vayan alcanzando los hombres de Sergio Pellicer.
La nueva categoría, la tercera del fútbol español, suponía a su vez una incógnita más. De ahí que fuese crucial disponer lo antes posible de una buena racha para que los profesionales pudieran trabajar con cierta tranquilidad, con algo menos de presión. En el club y el propio Sergio Pellicer, que lo comentó públicamente, quieren ser especialmente precavidos para frenar cualquier exceso de confianza. El mensaje de que 'todavía no han hecho nada' sigue siendo una constante, aunque los triunfos han disparado la expectación y están consiguiendo, pese a tratarse de Primera RFEF, que la afición comience a creer de nuevo en su equipo y a ilusionarse con el regreso al fútbol profesional al primer intento.
La derrota del comienzo del campeonato en Castellón dolió mucho por tratarse del primer partido, del debut en esta categoría tan desconocida, exigente y compleja. Y ahora siguen pendientes de no fallar, de trabajar con objetivos a corto plazo y sumar lo máximo que sea posible hasta que el bloque blanquiazul pueda asentarse en la categoría para luchar por el ascenso, que es el único reto de esta temporada.
Un repaso a los triunfos conseguidos siempre llevará consigo conclusiones favorables para los blanquiazules, que se sitúan en la zona más alta de la clasificación, en las primeras plazas, pero dos de los rivales derrotados están ya en la zona de descenso (el Baleares y el Granada B), mientras que el tercero (el Atlético B) también figura en la zona baja de la tabla con tres puntos sumados. De ahí que sea necesario esperar también a que lleguen más rivales complicados de la categoría para que las valoraciones puedan ser más ajustadas en las próximas semanas o meses.
Puede ser el caso, por ejemplo, del próximo contrario de los blanquiazules, el Linares, que está completamente adaptado a Primera RFEF y suele estar situado por la zona alta de la clasificación. Este choque del domingo, a las 18.00 horas, será una piedra de toque esencial para calibrar nuevamente el nivel del nuevo Málaga, que, sin duda, se somete a exámenes semanales contra rivales desconocidos. En cualquier caso, lograr tres triunfos en los cuatro encuentros jugados acentúa el crecimiento y las posibilidades futuras del bloque de Pellicer.
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