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El Málaga-Albacete de hoy (a las 19.30 horas) tiene el cartel de esos partidos en los que, si no fuera por la desgracia del coronavirus, la afición malaguista se concentraría en la esquina de la tienda del club en La Rosaleda para recibir en volandas al autobús del equipo, como ocurrió ya en varias ocasiones en los últimos tiempos.
Una primera parte del doble duelo directo por la salvación que empieza contra los manchegos ahora y acaba contra gallegos (Deportivo) el próximo miércoles, también en La Rosaleda. Ambos equipos son rivales inmediatos en la clasificación, y eso da la sensación de que gran parte de la permanencia puede pasar por el estadio malaguista. Motivos para creer, como la buena dinámica que viene mostrando el equipo de Pellicer en los últimos partidos. Desde el disgustado empate en Lugo el equipo sólo se ha hecho más fuerte en cada envite y acabó dando una gran imagen ante un complicado rival, el Rayo Vallecano, que jugó a la desesperada por su objetivo de meterse en la fase de ascenso.
Todo esto haciendo de tripas corazón y razón. Porque a pesar de las numerosas bajas, algunas de gran calado, el equipo se ha mostrado inalterable. Y todo eso genera un optimismo saludable para ante el Albacete terminar por confirmar las buenas sensaciones tras no perder en las últimas cinco jornadas y acelerar hasta puestos menos calientes de la clasificación, empujando a su vez a la ardiente lava de la zona de descenso a un Albacete que tras pasar por Málaga tendrá que medirse a rivales que aspiran aún a meterse en la zona de 'play off' o incluso luchar por el ascenso directo (Elche, Sporting, Zaragoza y Cádiz). Sería ponérselo muy complicado a un rival que se resiste a caer al pozo y ahora mismo marca la zona de la permanencia con tres puntos de ventaja.
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Se espera un partido cerrado, con quizás excesivo miedo al fracaso y tensión a espuertas. Sobre el papel, se enfrentan la mejor defensa (el Málaga sólo ha encajado 31 puntos en 37 partidos) y el peor ataque (el Albacete ha marcado unos escasos 30 tantos en sendos partidos) de la Liga. Lo previsible es que el Málaga se haga con el control de la pelota y el Albacete se limite a controlar los espacios, que es de la forma en la que se encuentra más cómodo a la hora de afrontar un partido. Aunque no tengan muchas ocasiones propias para marcar, el hacer que no prospere ningún ataque rival le va aportando confianza durante el choque.
El de Lucas Alcaraz es un equipo muy paciente y que resiste el sufrimiento durante los tramos de partido más complicados, algo que comparte con el conjunto malaguista. En Albacete están acostumbrados a los partidos con resultados cortos. Salvo excepciones, la mayoría de sus marcadores son una oda al famoso 'unocerismo' o el empate sin goles o a uno. Sin ir más lejos, su último partido fue un empate a uno contra el Alcorcón, aunque en ese partido acabaron lamentando los dos puntos perdidos porque sintieron que fueron ligeramente superiores al rival. El planteamiento no cambiará demasiado para jugar en La Rosaleda, entre otras cosas porque sus bajas no son demasiado trascendentes. Quizás la más importante sea la de Eddy Silvestre, que se pierde el partido por acumulación de amonestaciones.
Por lesión se ausentarán Azamoum, Sergio Sánchez (exmalaguista) y Querol, y al final no entran en la convocatoria los defensas Benito y Gorosito. No preocupa porque poseen muchas alternativas para variar la zaga. Más, sin duda, que el Málaga, que con seis bajas por lesión (recupera a Hicham) parece destinado a jugar con casi la mayoría de los efectivos de los últimos compromisos, aunque también pensando en el cruce contra el Deportivo, que promete ser más encarnizado aún. En cambio, Pellicer ya podrá contar con Sadiku y Adrián, que no jugaron en Vallecas por sanción. No es momento de fallar, quedan sólo cinco partidos para el final y eso se puede traducir en un elemento motivador definitivo.
Lucas Alcaraz y Álvaro, fichajes frustrados. Alcaraz firmó un contrato para ser entrenador del Málaga pero el jeque se arrepintió y el club tuvo que indemnizarle. Y el jugador del Albacete, Álvaro Jiménez, se marchó por problemas con el tope salarila aunque ya había un acuerdo para su cesión.
Vuelven los máximos goleadores. Tanto Sadiku como Adrián cumplieron su partido de sanción en la pasada jornada y ya están disponibles de nuevo para Pellicer. Son los máximos anotadores del equipo. Los 13 goles de Sadiku y los seis de Adrián suman más del 60% de los goles del equipo (31 en total).
El dato. 18 empates lleva el Málaga esta temporada, lo que le convierte en el segundo equipo, junto al Racing, que más tablas firma de la categoría por detrás del Rayo, con 20.
En el Málaga, que ultimó ayer los preparativos para el partido contra el Albacete sobre la misma hora del partido de hoy, se sorprendieron del bochorno que sufrieron. Sobre todo por la humedad: lo que se traduce en más sudor (esto aumenta sobre el césped, que suele estar regado). Según la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología), se esperan unas condiciones menos agresivas para el partido.
Apuntan a 26 grados (como replica LaLiga en sus previsiones) con una humedad relativa de 40 desde las 19.00 horas del domingo mientras que ayer la temperatura ascendió a los 28 grados con una humedad relativa de 53. Habrá que ver cómo evoluciona hasta el momento del partido, sobre todo por el viento, pero este problema de temperaturas parece que irá ganando protagonismo en las últimas jornadas.
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