El Málaga, buena imagen pero sin ganar fuera aún

Una buena muestra de ello fue lo que se vio anoche en El Alcoraz, con el Málaga claramente de menos a más. Ejerció un control claro del partido en el segundo tiempo, en el que copó casi todas las ocasiones (el poste de Lombán, un remate cruzado de Sekou, el golpe franco directo de Escassi o el polémico gol anulado a Genaro por fuera de juego previo), pero es cierto también que sufrió en la primera, en la que el Huesca tuvo dos opciones pintiparadas, la de Joaquín, a puerta vacía y desde lejos (su remate fue al poste) y el 'mano a mano' de Escriche.

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El Málaga no termina de completar la faena fuera, mientras sigue invicto en La Rosaleda. En Ibiza le sucedió algo similar a lo de anoche. Comenzó muy poco centrado y se puso con 2-0 y una excelente reacción en la media hora final le permitió rescatar un punto (2-2). Peor fue en Almería (2-0), donde encajó dos goles a renglón seguido de quedarse en superioridad numérica en el campo y sin aprovechar las numerosas ocasiones del tramo postrero. En Ponferrada tuvo una tarde nefasta (4-0) sin elementos positivos con los que quedarse, en Gijón estuvo condicionada por la expulsión de Escassi en el minuto 7 (2-1), y en Valladolid (1-1) compitió de forma digna ante una de las mejores plantillas de Segunda.

Sin embargo, aunque queda mucha temporada por delante, el Málaga no termina de situarse en una posición acorde a las expectativas generadas por el actual proyecto deportivo. El Málaga comenzó la jornada a la misma distancia (cuatro puntos) de los puestos de fase de ascenso y de la zona de descenso, y el desarrollo de los partidos de hoy y mañana determinará cómo la acaba, pero lo normal es que lo haga más cerca de las plazas peligrosas.

El partido de anoche dejó tres detalles más curiosos: primero, la equipación atípica, con pantalón blanco, que recuperó alguna de las opciones de años anteriores; segundo, la ausencia de Calero en la convocatoria, tras aparecer en todas las últimas y después de reaparecer en Ponferrada (hace casi un mes) de su larga lesión; y tercero el hecho de que José Alberto no recurriera a los cambios hasta el minuto 84, después de agotar los cinco mucho antes el sábado ante el Zaragoza y, precisamente, en un tramo de la competición con mayor acumulación de partidos.