El pasado jueves SUR adelantó la lista de los jugadores del Málaga que podían marcharse en este mercado invernal y en ella destacaban dos nombres: Calero y Antoñín. La cesión del primero al Alcorcón se anunció oficialmente a última hora de la tarde del sábado ... mientras que en el caso del malagueño el club acelera junto al entorno del extremo para que su salida se cierre durante esta semana después de una primera vuelta muy decepcionante.
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Con la salida de Calero el Málaga busca que el lateral derecho madrileño tenga los minutos de los que a priori no va a disponer dada la indiscutible titularidad de Víctor Gómez, así como la necesidad de que coja ritmo tras su grave lesión de rodilla. La dirección deportiva sabía que no iba a ser excesivamente complicado encontrarle destino y, efectivamente, la opción del colista Alcorcón surgió rápidamente. Pero en lo que respecta a Antoñín es evidente que la causa de su pretendida marcha obedece a cuestiones meramente deportivas; en concreto, al bajo nivel ofrecido por el malagueño.
Si Antoñín fue la tabla de salvación del Málaga hace poco más de dos años –gracias a su traspaso por 1,5 millones, justo antes de la llegada de la pandemia, se evitó el descalabro económico y el riesgo incluso de desaparición–, en la temporada actual su rendimiento no ha sido ni de lejos el esperado. Como contraste al fiasco en el fichaje de Ontiveros (que dejó tirado al club de Martiricos para recalar en Osasuna, donde está en el absoluto ostracismo) la llegada de Antoñín se recibió con enormes expectativas entre los aficionados por el recuerdo de sus escasos meses como blanquiazul.
No obstante, el extremo ha mantenido el discreto nivel de la segunda vuelta pasada con el Rayo Vallecano –curiosamente, desde su actuación en La Rosaleda, cuando fue sustituido al descanso– y sólo se puede destacar una sola actuación en lo que va de Liga, en la primera parte en casa frente a la Real Sociedad B. Su bajo rendimiento no sólo se refleja en su escasa aportación ofensiva (una asistencia y un gol), sino en el detalle de su falta de continuidad como titular.
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Antoñín figuró en el once inicial en los tres primeros partidos tras su llegada, pero después nunca pasó de dos consecutivos como titular (en tres ocasiones) debido a su bajo rendimiento. A la postre la llegada de un extremo, Vadillo, se ha debido a las dudas sobre el estado físico de Hicham, a la nada convincente aportación de Antoñín y a la escasa confianza del entrenador en Jairo (en este último caso, alimentada por la irregularidad del cántabro).
De este modo, el Málaga contactó con el entorno de Antoñín para plantearle su salida. Los movimientos han sido intensos durante esta semana, pero siempre como paso previo a que el Granada dé el visto bueno a la operación. La principal opción es, como adelantó ayer Sport Direct, el Burgos. Ahora queda conocer si finalmente la entidad de El Plantío da el paso definitivo en el capítulo económico (hacerse cargo del resto de la ficha de esta temporada), pero sobre todo si el club que ostenta la propiedad del malagueño ve con buenos ojos este movimiento desde el punto de vista deportivo. Porque por un lado recalaría en un equipo más modesto (que está cuajando una gran campaña), aunque por otro tendría a priori más opciones de jugar con continuidad.
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