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Ayer, nueva toma de contacto, la cuarta, dentro de la negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) puesto en marcha por el Málaga y ... que afecta a los jugadores profesionales con fichas por encima de los parámetros fijados por el administrador judicial, José María Muñoz. Mientras este proceso de despido colectivo probablemente se resuelva mañana –tras otra cita entre las partes–, el club analiza la propuesta del comité de empresa de mantener a los jugadores 'baratos'.
Por primera vez, la cita celebrada ayer no contó de forma presencial con los representantes de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que participaron vía telemática. En una reunión más corta de lo previsto, y de nuevo con la intervención del comité de empresa (incorporado a la negociación el pasado lunes), este solicitó al Málaga el listado actual de jugadores incluidos en el ERE después de los distintos movimientos en la plantilla. Conviene recordar que en este proceso colectivo figuraban inicialmente todos los futbolistas profesionales (incluidos los primeros fichajes), pero que en realidad el club sólo comunicó a once de ellos su intención de despedirlos. En ese grupo ya no figuran Adrián, Munir, Juan Carlos y Cifu, que negociaron la baja voluntaria, por lo que actualmente los afectados son Juanpi, Luis Hernández, Dani Pacheco, Rolón, Renato, Boulahroud y Lombán. A ellos se suma Diego González, del que se pretendía obtener algún beneficio económico por su salida, opción esta que en la actualidad parece complicada.
Tal como sucedió con el ERE que afectó meses atrás al personal no deportivo, el comité de empresa busca rebajar el número de despidos y así se lo ha solicitado al Málaga con la intención de que este mantenga a los jugadores más 'baratos'. Entiende que puede emprenderse una negociación para adecuar las fichas de determinados futbolistas a las necesidades del club sin que exista la necesidad de que abandonen la entidad.
Dado que queda descartada la salida de aquellos a los que no se les comunicó el despido –entre ellos, Benkhemassa, con el salario mínimo–, el Málaga debe ahora adoptar una decisión sobre aquellos que le siguen en el listado de salarios más bajos. A estas alturas ya no es un secreto que la opción de que continúe Lombán es más que sólida después de que el asturiano fuera inscrito ante LaLiga el viernes pasado en la vacante dejada por Tete tras la marcha de este al Elche. La continuidad del central permitiría contar con un efectivo más en una zona que a día de hoy, si se sigue el plan establecido, debiera reforzarse con dos jugadores.
Tras Lombán se encuentran Renato y Boulahroud, dos futbolistas que lógicamente tendrían que adecuar sus contratos a la nueva situación económica del club si este aceptara la petición del comité de empresa. Ahora bien, conviene hacer una distinción desde el punto de vista deportivo: mientras el centrocampista marroquí no cuenta para los técnicos –y así se le comunicó a su representante nada más concluir la temporada pasada–, la continuidad de Renato sí sería más factible, entre otras razones porque el Málaga anda escaso de extremos. En cualquier caso, el gesto de Boulahroud de forzar al máximo para estar disponible en Castellón (posteriormente tuvo que jugar por el riesgo de expulsión de Benkhemassa) también es valorado.
La decisión definitiva sobre la resolución del ERE probablemente se produzca mañana mismo –el administrador no está dispuesto a que se eternice– y está por ver si finalmente afecta sólo a los mejor pagados de la plantilla (Juanpi, Luis Hernández, Dani Pacheco y Rolón), así como a Diego González, o si el Málaga no tiene en cuenta la petición del comité de empresa y el grupo de despedidos es más numeroso.
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