Las cuentas no salen. No se puede esperar lo contrario cuando un equipo sólo ha ganado en cuatro de los 24 partidos disputados. Con dieciocho jornadas por delante, el único resquicio que encuentra el Málaga para soñar con la permanencia se centra en que su ... desventaja es de cuatro puntos. Pero también es mínimo porque a día de hoy la pelea es de cinco equipos por cuatro puestos. En función de lo que hagan sus rivales directos, el listón estará por debajo de esos 50 puntos de los que siempre se habla o tal vez sea necesario sumar alguno más, pero el conjunto blanquiazul debe ganar mucho y perder muy poco en las 14 jornadas restantes. A tenor de la cifra de encuentros pendientes, el reto está en un mínimo de ocho victorias y, sobre todo, un máximo de cinco derrotas. Y en función de estas últimas harán falta más o menos empates.
De antemano siempre conviene recordar que la Liga en Segunda División es muy extraña. Es habitual que algún equipo se desplome en la segunda vuelta –el caso más grave lo protagonizó el Numancia hace tres temporadas al descender después de haber sido líder tras la primera vuelta–, aunque de momento esa situación no se ha producido. El Villarreal B iba cuesta abajo, pero venció en Lugo. Y el Cartagena lleva seis partidos sin marcar un gol, si bien se mantiene noveno gracias a que hace mes y medio era quinto y con 35 puntos. El problema para el Málaga se centra en que del séptimo por abajo hacia arriba ya han sumado al menos 30 puntos y que el decimoctavo, el Zaragoza, cuenta con 29. Es decir, el batacazo de alguno de ellos debe ser muy sonoro para verse en el fango en la recta final.
El próximo mes, decisivo
El calendario del Málaga admite diversas lecturas. La más negativa, sin duda, se refiere a que al equipo aún le queda medirse a tres firmes aspirantes al ascenso (Granada, Las Palmas y Levante), que frente a los dos primeros serán a domicilio (precisamente ambos son muy fuertes en sus estadios) y que, al tratarse de encuentros casi seguidos, es imprescindible no fallar en el próximo mes porque el conjunto blanquiazul puede verse casi desahuciado a diez jornadas del final si no da la campanada frente a los más potentes de la categoría.
Luego está la lectura positiva, relacionada con el detalle de que aún debe medirse a los cuatro rivales directos. Este es un factor muy positivo porque ahí tiene la opción de recuperar mucho terreno y de ganar el 'goal average' particular si suma el máximo de puntos. Eso sí, para ello será fundamental llegar vivo al tramo final de la Liga, porque será entonces cuando afronte esos duelos decisivos. Frente al Racing será antes, en la jornada 30.ª en La Rosaleda, pero contra el Lugo toca en la 37.ª (en el Anxo Carro), ante la Ponferradina en la 39.ª (en El Toralín) y frente al Ibiza en Martiricos en la última jornada (quizá con el cuadro isleño ya descendido).
Las próximas cuatro semanas son decisivas: no puede fallar porque después se mide a tres candidatos al ascenso y corre el riesgo de quedarse descolgado
Y luego está la lectura intermedia, que pasa por esa necesidad de sumar muchos triunfos en las dieciocho jornadas restantes y que está condicionada por la marcha de la temporada. Da la sensación de que en sus diez últimos compromisos, al margen de esos duelos directos ya referidos, el Málaga puede afrontar varios partidos frente a rivales sin objetivo en juego o al menos con los deberes ya cumplidos. Este detalle no es una garantía –ahí está el ejemplo de los encuentros de la penúltima jornada de la temporada pasada, incluido el bochornoso Málaga-Burgos–, pero sí puede suponer cierto respiro en alguno de los casos y, como consecuencia, más opciones de obtener el triunfo.
Sea cual sea la lectura que se haga del resto del calendario, es indudable que el Málaga está obligado a lograr el doble de triunfos que hasta el momento (esos ridículos cuatro que figuran en la clasificación), porque de lo contrario tendrá que compensar cada partido que no gane con varios empates y eso obligaría a reducir al máximo las derrotas. Todo lo que sea perder más de cinco encuentros rebajará aún más, si cabe, el margen de error. El cambio debe ser radical desde ya para evitar el desastre.
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Jorn. 25.ª
Sporting-Málaga
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Jorn. 26.ª
Málaga-Oviedo
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Jorn. 27.ª
Albacete-Málaga
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Jorn. 28.ª
Málaga-Zaragoza
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Jorn. 29.ª
Granada-Málaga
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Jorn. 30.ª
Málaga-Racing
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Jorn. 31.ª
Las Palmas-Málaga
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Jorn. 32.ª
Málaga-Levante
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Jorn. 33.ª
Málaga-Leganés
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Jorn. 34.ª
Andorra-Málaga
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Jorn. 35.ª
Villarreal B-Málaga
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Jorn. 36.ª
Málaga-Cartagena
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Jorn. 37.ª
Lugo-Málaga
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Jorn. 38.ª
Málaga-Huesca
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Jorn. 39.ª
Ponferradina-Málaga
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Jorn. 40.ª
Málaga-Mirandés
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Jorn. 41.ª
Alavés-Málaga
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Jorn. 42.ª
Málaga-Ibiza