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Al final de este año se cumplirán nada menos que doce desde que dirigentes del Málaga pusieran en marcha la iniciativa de la construcción de ... una nueva ciudad deportiva, que se denominaría La Academia. Y en ese largo periodo sucedió casi de todo, con múltiples complicaciones por diferentes circunstancias y retrasos acumulados por causas diversas. Ahora, cuando parecía que todo estaba definitivamente solucionado y encauzado por los grandes ingresos que aportar el fondo CVC Capital para las infraestructuras del club (serán más de 30 millones), se acumulan las demoras una y otra vez. La primera fase de los trabajos, que ahora son prioritarios, se entregarán después de lo previsto.
Las múltiples variaciones que se están realizando para adaptarse a la realidad del club o a las exigencias administrativas provocan que La Academia no esté lista, en principio, hasta después del verano del año que viene (y puede tardar algo más). Las fuentes consultadas afirman que, como se conoce, el problema ahora no es económico, sino que se están realizando algunos cambios importantes que necesitan los trámites pertinentes y, sobre todo, la adaptación de las obras. Los precios de las materias primas, asimismo, se han disparado, lo que obligada a reorganizar los trabajos por la escasez de los mismos o los retoques que se están planeando sobre la marcha.
Según ha sabido este periódico, un hándicap fundamental al que se están enfrentando ahora las obras de La Academia estriba en la necesidad de disponer de agua reciclada, pues tendrán un consumo muy alto y será imprescindible evitar el uso de agua potable. Y el proceso para contar con este tipo de riego tiene una importante complejidad. Este impedimento, aunque es previsible que se solucione a medio plazo, es clave para que se pueda comenzar con la construcción de los terrenos de juego.
Trabajos ralentizados
Las obras no están paradas, los trabajadores de Hermanos Campano siguen en Arraijanal, pero se han ralentizado para completar una adaptación que permita relanzar el proyecto para entregar la primera fase de La Academia lo antes posible (con toda probabilidad, no será mucho antes de los últimos meses de 2023). Las dificultades se están sucediendo por los cambios que está experimentando el mercado de las materias primas, al margen de las complicaciones propias de un proyecto rodeado siempre de percances o imprevistos variados.
El plan actual está claro, pero falta relanzar los trabajos. Se levantarán tres campos, se acometerán la mayor parte de los servicios generales de la instalación y quedará terminada una parte importante de la obra civil, como las oficinas, la cafetería y una parte del graderío principal de uno de los campos (después será necesario completar uno con más de 4.500 asientos). La principal duda se centra en el tipo de terrenos de juego que se elige al final, pero ahora todo apunta a que todos ellos serán de césped natural (todavía no es definitivo).
Una vez terminada esta primera fase, que seguramente será la más conflictiva debido a que incluye todos los servicios y acometidas de la instalación, seguirá el proyecto con normalidad, con dos partes más que posiblemente tendrán menos obstáculos, pues el dinero lo tendrá el club. El único cambio podrá centrarse en alternar las fases previstas. Estaba previsto que la última fuera la que se dedicará al primer equipo, con dos campos de hierba natural y una franja importante para el entrenamiento de los porteros, pero es probable que pase a ser la siguiente, lo que permitiría que el equipo blanquiazul no tuviera los mismos problemas cada pretemporada (en esta ocasión se entrenará a partir del lunes 4 de julio en el campo de la Federación por el cambio de la hierba del Anexo).
Las perspectivas de futuro de La Academia, en cualquier caso, siguen siendo buenas y no parece que el proyecto tenga ya marcha atrás (el club dispone de lo más importante, como es el dinero necesario para todo el proyecto), pero el proceso de los trabajos que se realizan en Arraijanal sigue acaparando retrasos y más retrasos, casi siempre inesperados. Son las obras de nunca acabar. Habrá que esperar para ver si finalmente está disponible la primera fase de la ciudad deportiva, incluso, antes de que finalice el próximo año. Los canteranos, mientras tanto, siguen dispersos por otros campos.
La construcción de una nueva ciudad deportiva para el Málaga, La Academia, se resume en un compendio de desastres, desconciertos, embrollos y, sobre todo, demoras. Al comienzo los problemas eran exclusivamente administrativos: los informes exigidos, la poca colaboración de alguna institución y los inconvenientes burocráticos derivados de una parcela tan conflictiva como la de Arraijanal. Al comienzo había dinero, pero los problemas llegaban por otro lado.
Luego, con el descenso del equipo a Segunda, el obstáculo pasó a ser el económico. Se pararon las obras y sólo pudieron reanudarse al utilizar la parte que quedaba de la venta de los terrenos permutados tras la expropiación de El Viso, único patrimonio del club al margen de sus futbolistas. Fue necesario reducir la primera fase del proyecto para adaptarlo a la disponibilidad. Otro paso atrás.
Y cuando parecía que todo estaba otra vez relanzado por la llegada de los fondos de CVC Capital, ahora las trabas vuelven a estar fuera del club. La situación ha cambiado, los precios suben y hay que reorganizarlo todo. Más retrasos. Lo que demuestra que, sin dinero y con dinero, el 'bajío' de las obras en una parcela que quizás nunca debió elegirse es total (más de una década de trámites y trabajos).
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