El Málaga abre una lista de espera para abonarse que acabaría en un sorteo de las últimas 750 plazas

La campaña de abonados del Málaga está mostrando algunas novedades trascendentales para el futuro de la entidad: el salto de nivel de la afición (en cuanto a número) y la escasez de aforo de La Rosaleda. Lo primero se veía venir. La apuesta también de los jóvenes por su equipo, al margen de la categoría, está permitiendo que el incremento de socios sea progresivo. Y lo segundo queda claro ahora con las escasas localidades que saldrán a la venta para los nuevos abonados, unas 750. De hecho, el Málaga ha anunciado oficialmente que abrirá una lista de espera que acabará en un sorteo (seguramente se superará la oferta de plazas).

El club dispone de 25.800 abonados entre las renovaciones y los nuevos que adquirieron el carné el primer día. Ahora llega el turno del cambio de localidades entre las que quedan libres. Y el jueves será el día clave para quienes pretenden abonarse al equipo blanquiazul: a las 10.00 horas se abrirá el plazo para quienes quieran apuntarse a la lista de espera (el club facilitará un enlace para ello a través de sus canales informativos). Afirman desde la entidad de Martiricos que los interesados deberán recibir un correo de confirmación tras completar la operación. El plazo para estas gestiones será sólo de horas, apenas catorce: finalizará este mismo jueves a las 23.59.

Es previsible que se superen claramente las 750 plazas libres. En el caso de que no sea así, los que queden inscritos podrán abonarse sin problema. De lo contrario, que será lo más probable, al día siguiente, el viernes, se procederá a realizar un sorteo entre todos los demandantes para seleccionar a los elegidos para que completen el aforo de La Rosaleda (dejará el club más de 3.000 localidades libres para la venta de entradas en cada uno de los partidos).

De esta manera, ya se conoce cuál va a ser, casi con toda seguridad, el número final de abonados del Málaga: ascenderá a 26.550. Esta cifra supondrá el récord absoluto e histórico, superando mínimamente a la temporada en la que el equipo blanquiazul disputó la Champions. En aquel momento, los dirigentes de la entidad de La Rosaleda también tuvieron que limitar el número de socios ante la fuerte demanda existente entonces también.

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